La artista plástica Kubra Khademi (Ghor, Afganistán, 1989) recorrió ayer las calles de Gijón disfrazada de semáforo en una "performance" que tituló "Kubra y el paso de peatones III" con el objetivo de combatir el machismo. Sobre la cabeza lucía una caja naranja, simulando un semáforo, con dos redondeles, que incluían dos bombillas, una verde y otra roja, y sobre ellas dos cartulinas negras agujereadas con la forma de una mujer. Una mujer con vestido para criticar el machismo que se esconde tras un semáforo por emplear figuras con pantalones. "Es una reflexión en cuanto a los signos y denominaciones de la vida cotidiana", apuntó Khademi al presentar su actividad, que dejó pasmados a los demás viandantes.

Uno a uno fue recorriendo los semáforos de los aledaños de la plaza Europa. Comenzó en el que permite el acceso a la plaza desde la calle José Las Clotas, luego cruzó el parque y tomó la Carretera de la Costa para proseguir por la calle Palacio Valdés. Kubra Khademi, que cursó estudios de Bellas Artes en Afganistán y Pakistán, se situaba al lado de uno de los semáforos -recorrió al menos una decena- y reproducía en su diseño la alternación de colores para permitir e impedir el paso a los peatones. Algunos no dejaron pasar la oportunidad de tomar una fotografía y luego preguntaban qué significaba su puesta en escena.

"Los signos que pueden ser neutrales como para los peatones en realidad no lo son. No me identifico con un hombre y esto pasa desapercibido para muchas personas. Por eso quiero cuestionarlo y que así se abra el debate", apuntó Khademi que reconoció ir vestida "de forma femenina" para reivindicarlo. "Esa identidad femenina no tiene por qué ser la identidad de una persona nacida mujer, va más allá del género de nacimiento", añadió para incluir a los transexuales en su proclama contra la simbología semafórica.