El violinista y profesor Yuri Nasushkin tocó un adagio de Mozart como remate, ayer, de la presentación de los cursos de verano de la Fundación Princesa de Asturias que se desarrollan bajo su dirección artística. Una bonita forma de avanzar y subrayar que en diez días, del 21 al 30 de julio, van a hacer músisa sin parar en el Auditorio de Oviedo, en el Conservatorio, en el palacio del conde de Toreno y en las calles y plazas de la ciudad. No hay confirmación pero quizá, como ocurrió en las dos anteriores convocatorias, la Reina Letizia asista a la inauguración.

Los cursos de verano se inscriben en la Escuela Internacional de Música de la Fundación. Desde 2005 han acogido a 1.300 chicos de 30 países diferentes como indicó en la presentación Teresa Sanjurjo, directora de la Fundación. El 60 por ciento del coste de los cursos corre a cargo de la Fundación. El claustro está formado por 26 profesores de nueve nacionalidades, del máximo nivel artístico. La idea es ofrecer una enseñanza muy personalizada y que la música sea vector de valores humanos como la tolerancia y el esfuerzo. La conferencia inaugural la ofrecerá el chelista Asier Polo. La matrícula oscila en torno a los 200 estudiantes, "el límite lo marcan los profesores" indicó Teresa Sanjurjo, para garantizar la enseñanza personalizada.

El profesor Nasushkin recordó el cuarto centenario de Cervantes y dijo que los cursos tendrán muy presente su figura "porque es imposible no reaccionar a algo tan español". Habrá sorpresas, anunció. Teresa Sanjurjo destacó la labor que realiza el área musical de la Fundación, a cargo de Luis Heres, Arantxa Menéndez y Ramón Carbajosa.