El papa Francisco lanzó ayer un llamamiento en el Vaticano a miles de adolescentes, a los que pidió que luchen por un "amor concreto", no "de telenovela", y que rechacen ver la felicidad como una "app" que se descarga en el móvil. El pontífice pronunció estas palabras en una misa organizada para adolescentes de edades comprendidas entre 13 y 16 años en la Plaza de San Pedro. Bergoglio volvió a utilizar, como ha hecho en repetidas ocasiones durante su pontificado y en alusión a los adolescentes y jóvenes, el recurso del abuso de las nuevas tecnologías mediante la alusión a los teléfonos móviles. El papa explicó a los presentes que su felicidad no depende de tener "muchas cosas" ni es una "'app' que se descarga en el teléfono móvil". "Ni siquiera la versión más reciente podrá ayudaros a ser libres y grandes en el amor", proclamó el pontífice, quien dijo: "No confiéis en quien os distrae de la verdadera riqueza, que sois vosotros, cuando os digan que la vida es bonita solo si se tienen muchas cosas".