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Adiós al billete invisible

El Banco Central Europeo dejará de imprimir los 500 euros a finales de 2018

"Messi". MIKI LÓPEZ

Son púrpuras, de un tamaño incómodo para doblar en la cartera y, desde ayer, tienen sus días contados, están sentenciados a muerte. El Banco Central Europeo (BCE) dejará de imprimir los billetes de 500 euros a finales de 2018 en un intento por frenar el fraude fiscal que generan. Tras conocer el fatal desenlace de este codiciado trozo de papel, muchos asturianos lamentaban ayer no haber tenido ninguno entre sus manos. Como mucho, algunos reconocían haberlos visto de lejos, en monederos ajenos. "Pues creo que sólo los vi en la tele, pero dicen que existen", reconoce así de primeras el ovetense Manuel Fernández. A su lado, "Messi", un perro de la raza golden retriever, nada que ver con el futbolista, mira distraído un puñado de estos billetes de atrezo, incluso los olfatea, aunque está más pendiente de que nadie le robe su pelota de tenis.

Al otro lado de la correa, su dueño, Gonzalo Melendi, sí que ha tocado alguno en los 35 años que ha trabajado en el sector bancario. "Hay gente con dinero que sí los tiene", puntualiza, "lo que pasa es que cuando entras a ingresar algo así te piden muchas cosas, mucha documentación, casi como si fueras un delincuente". Es precisamente lo que quiere evitar el BCE, que sirvan para financiar actividades ilegales. A estos billetes se les ha bautizado como los "Bin Laden", porque se les relaciona con pagos ligados con el terrorismo.

Manuel Fernández, jubilado, que ha trabajado durante casi toda su vida ligado al sector hostelero y que aseguraba que sólo los había visto por la tele, cae en la cuenta de que "un día en el banco" le dieron uno. Pero se resistió. "Es que eso no puedes cambiarlo en ningún lado", asegura, "¿dónde iba a hacer la compra con un billete de 500 euros?". Lo que no recuerda es la suerte que corrió aquel trozo de papel. "No sé si al final conseguí que en el banco me dieran el dinero de otra forma o si compré algo para cambiarlo", señala. El caso es que no duró demasiado entre sus manos.

A unos metros de "Messi", un grupo de jóvenes se prepara para jugar un partidillo en una de las canchas del Campo San Francisco. Ellos, estudiantes aún, sí que no los han tocado. Pero los han visto, siempre de lejos, aunque recuerdan con nitidez el momento.

De nuevo, el encuentro fue en un banco. Eduardo Domínguez rememora que una vez, hace unos años, vio cómo en la ventanilla de una entidad financiera se los daban a un cliente. "Le soltaron bastantes, allí había por lo menos 5.000 euros". Fue lo más cerca que estuvo de un "Bin Laden". A miles de kilómetros los vio uno de sus amigos, Daniel Yordi. Ocurrió mientras estaba haciendo un crucero por el mar Báltico. Asegura que "había un ocupante que en el bar pagaba con ellos". El resto del grupo niega con la cabeza. Les queda poco tiempo para intentar llevarse uno al bolsillo.

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