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Hablemos en serie

¿Ya sabes qué pasó con Jon Nieve?

El segundo capítulo de "Juego de tronos" hace historia en la televisión con un final que corona al "spoiler"

El momento cumbre para Jon Nieve.

¿Se puede escribir sobre el famoso segundo episodio de Juego de tronos sin cometer el delito de "espoilear"? (Tomen nota de mi sugerencia, mentes pensantes de la RAE, este verbo bárbaro llama a sus puertas, con lo bonito y en este caso tan apropiado que es destripar). Es casi imposible pero lo vamos a intentar. Va por usté, admirable habitante de la galaxia que aún no sabe qué pasó en los últimos segundos de un capítulo que casi todos los expertos en el asunto despachan ahora con un despectivo "bah, yo ya sabía qué iba a pasar". Pues yo no.

Juego de tronos se ha independizado (o desconectado) del estado literario creado por George R. R. Martin. Vaya cacao mental nos espera si el escritor va a lo suyo y a su vez se independiza o desconecta de las tramas televisivas ahora que éstas se han adelantado a su lenta escritura. Los destripaguiones ya no podrán ir presumiendo por ahí de que saben lo que pasarán porque lo leyeron en las novelas. Para los productores son buenas noticias: podrán hacer lo que les venga en gana con los personajes y además abonan el terreno al nuevo maná televisivo: si quieres estar entre los primeros que acceden a la información privilegiada, paga. Lo dicho: abónate. Aún es pronto para valorar si los nuevos rumbos de Juego de tronos mejoran, empeoran o simplemente igualan los irregulares precedentes con cimientos literarios, pero sería injusto e innecesario negar que el segundo capítulo, tras la primera entrega de recordatorio y recolocación, fue una lección de cómo mantener la tensión en todo lo alto y dejar al espectador con los ojos abiertos como escudos. Y sin la treta de las tetas, por cierto, un acontecimiento casi histórico en esta serie tan dada a desnudar a sus actrices a las primeras calenturas de cambio.

Seguimos echando de menos a Meñique y añoramos tanto a Khaleesi... pero la bajada a los infiernos de Tyrion Lannister a ver a los dragoncitos no estuvo mal y la reaparición de Bran Stark promete (¿veremos al añorado Sean Bean en alguno de los flashbacks venideros?), con el añadido de la irrupción in memoriam de Lyanna, un personajazo a poco que lo sepan cuidar. Lo que no faltan en la serie son cabezas reventadas así como quien no quiere la cosa y algún que otro apuñalamiento parricida, pero la escena más tremenda no se muestra, afortunadamente. Hay un recién nacido y unos sabuesos, no diré más. Está claro: al oscuro Ramsay Bolton le quieren convertir en el mayor monstruo de la historia de la televisión, capaz de cualquier fosa por lograr sus propósitos. Piensen en la mayor atrocidad que pueda hacer ser ¿humano? y seguro que este tipejo la tiene ya en el agujero que ha dejado su conciencia al arrancársela.

Nos vemos en el próximo "spoiler".

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