A mitad de su discurso de ayer, Ana María Cano, presidenta de la Academia de la Llingua, hizo una ligera pausa tras decir con contundencia que lo que se está haciendo con el idioma asturiano "llámase cenciellamente represión llingüística". Momento en el que los asistentes respondieron con una larga ovación. No fue el único aplauso, ya que el público regaló largas ovaciones a Pablo Suárez García y Xosé Antón Suárez Puente, que en sus discursos como nuevos académicos de la Llingua dejaron constancia de su brillantez en la palabra y de sus conocimientos científicos y humanísticos.

Fueron dos momentos impactantes y emotivos del acto central del XXXVII Día de les Lletres Asturianes, celebrado ayer en el teatro Campoamor de Oviedo. Una hora antes del acto académico, hubo una manifestación exigiendo la oficialidá de la llingua. Fue una jornada de les Lletres en la que, por primera vez, tuvo una gran representación institucional, con protagonistas como el consejero de Cultura, Genaro Alonso, y el nuevo rector, Santiago García Granda, además de políticos como Gaspar Llamazares, concejales y alcaldes de diversos municipios asturianos, entre ellos el anfitrión, Wenceslao López, junto a numerosos representantes de todos los partidos.

Ana Cano reivindicó el compromiso con la fala del Navia-Eo. Citó la gran labor cultural de la zona, como la del grupo "Bacotexo", que estaba programado para cerrar al acto con su rock en fala. Con ellos actuaron el cantante de tonada Andrés Cueli y el gaitero Álvaro Álvarez, que abrieron el acto desde dos plateas enfrentadas. También hubo una lectura de poemas.

La presidenta de la Academia fue contundente en la defensa de la llingua e hizo la siguiente denuncia resumida líneas atrás: "Lo que ta pasando dacuando n'Asturies col usu del idioma llámase cenciellamente represión llingüística y tien responsables...". Pidió a los políticos que hagan política "de país" y anunció la creación de un "Premio Nacional de Literatura en Asturiano". Otro de los mensajes sin paliativos fue: "El procesu de recuperación llingüística ye irreversible porque hai llogros que yá nun almitiríen, socialmente, una marcha atrás". No olvidó lo sucedido en la Junta: "Ehí ta la escandalosa situación pela que pasó la Xunta Xeneral del Principáu cuando apocayá, a instancies del Partíu Popular, prohibía l'usu del asturianu". Y resaltó que algunos, en alusión a Mercedes Fernández, celebraron el haber conseguido que únicamente el castellano fuera lengua oficial en la Junta. Curiosamente, el Parlamento asturiano hizo ayer una declaración institucional en la que reconoció "el valor social y cultural" de la llingua (aunque en el comunicado oficial dice textualmente "lengua asturiana").

Ana Cano incluyó varias reflexiones en una intervención que empezó con "el sentíu social y cultural d'Asturies". Y en ese repaso por geografía y cultura tuvo un recuerdo para María Sánchez Blanco: "Fixádevos, por exemplo, nesto: nun hai muito tempo morría, ben moza, María Sánchez Blanco, 'La Pastorina del Cares', úa gran cantadora d'asturianada. A súa morte é úa perda irreparable prá música tradicional nel Oriente d'Asturias pero, sobre todo, prá cultura asturiana, prá toda a cultura asturiana". En otra de sus reflexiones destacó la labor de los nuevos académicos, Pablo Suárez y Xosé Antón Suárez. "Nun pueo allargame, como quixere, en cuntavos los sos munchos méritos", dijo para relatar luego la formación académica y su dominio de la llingua.

El biólogo Xosé Antón Suárez Puente, en una intervención muy interesante, subrayó la riqueza del "asturianu" para explicar la ciencia y el hecho de que ya sea una "llingua normalizada digitalmente". Para certificar su trascendencia se refirió a que se consiguió "el códigu ISO 639-2 pa l'asturianu, lo qu'equival a la oficialidá del asturianu n'internet".

Por su parte, el también nuevo académico Pablo Suárez, licenciado en Telecomunicaciones, filólogo, matemático y traductor del "Quixote", entre otras obras, subrayó su compromiso con las traducciones futuras al asturiano. Precisamente Ana Cano despidió el acto en el teatro Campoamor con un poema de Pablo García, aunque aprovechó los últimos segundos para decir adiós al grito de "Puxa Asturies".