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Luz parisina al otro lado del charco

La entrega de diplomas no es una boda ni un cóctel; entre el aburrido traje de chaqueta y el vestido mini está el término medio, que este año copan faldas y blusas sedosas

A las sneakers sólo les faltaba el elogio y alabanza de toda una princesa. Ya lo tienen. Elizabeth Thurn und Taxis, la noble alemana, periodista de "Vogue USA", asegura en su columna que las zapatillas, en múltiples versiones, que van de las Converse a las Nike, no faltan en su armario desde que era pequeña. Elizabeth, hija del difunto y multimillonario príncipe Johannes y de Gloria, exmusa de Warhol, critica las normas de los clubs londinenses que impiden entrar a gente supuestamente mal calzada... como ella.

Ellas y ellos quieren estar impresionantes en el momento de recoger el diploma. La premisa es dejar de lado modas rabiosas y series de televisión. Quien no suele usar traje y corbata es mejor que ese día escoja un pantalón tipo chino, una camisa bonita y una blazer, sin más aditamentos. Acudir a la ceremonia en mangas de camisa no tiene un pase, pero tampoco lucir uno de esos ternos negros con corbata ad hoc que parecen sacados de una serie policiaca de los ochenta.

Ellas triunfarán con una falda bonita y una blusa, es lo que se lleva este año, con la peculiaridad de que la camisa también puede ser en tela denim, combinada con falda de tul, como la propuesta que aparece en la imagen de la derecha. Los vestidos resultan ideales. Eso sí, nunca con largo por encima de la rodilla. Las minis, grandes escotes y transparencias no son admisibles y mucho menos en las solemnidades de fin de carrera o Bachillerato.

Los tacones favorecen, sí, pero enseñar demasiado los dedos de los pies no queda muy elegante. Las piernas, mejor con pantis. Las medias color nude o tostado son ideales en estas fechas, sobre todo en Asturias, donde no hace tanto calor como para que molesten. Con el joyero también debe extremarse el cuidado. No es el momento de sacar la artillería a relucir; en realidad, casi nunca lo es. Con unos pendientes sencillos y un buen reloj, en el caso masculino, es suficiente. Las zapatillas deportivas, los bolsos grandes y los adornos llamativos para el pelo también están fuera de lugar.

Código de vestimenta para padres y madres despistados. Las hemerotecas presenciales y virtuales están plagadas de fotos de padres famosos en la graduación de sus retoños, desde los Clinton hasta los progenitores de Kate y Pippa Middleton. Una falda o un traje sencillo son lo más adecuado para las madres. Lo ideal es que los padres porten una corbata, no demasiado solemne, con traje oscuro o en tono gabardina si el tiempo lo permite. En algunas universidades y escuelas se aplica un código específico de vestimenta para estas ocasiones, y más vale tenerlo presente. En algunos casos se ha llegado a negar la entrada a los padres que no cumplen con las normas.

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