El fotoperiodista estadounidense James Nachtwey reconoce que el premio "Princesa de Asturias" de Comunicación y Humanidades, que le fue otorgado el viernes, tiene para él un elevado componente emocional, puesto que en adelante su nombre formará parte de la misma lista de galardonados en la que figura su "héroe personal", el líder sudafricano Nelson Mandela, que recibió el premio "Príncipe" de Cooperación Internacional en 1992. "Estar en cualquier grupo de personas que incluya a Nelson Mandela es el honor más grande que jamás podría pedir", aseguró el fotógrafo estadounidense.

La revista "Time", para la que trabaja desde 1984, contactó con Nachtwey, de 68 años de edad, por vía telefónica para preguntarle con qué ánimo recibe un galardón que, según la publicación, es el "más alto honor" que se concede en España. El fotoperiodista, cuya cámara ha pasado por los principales conflictos bélicos y catástrofes humanitarias de las últimas cuatro décadas en todo el planeta, reconoció que hasta el miércoles no tenía conocimiento alguno de que figurase en la lista de candidatos, una propuesta que compitió hasta el último momento con la del guionista de Hollywood y de series de televisión Aaron Sorkin. Nachtwey contó a la publicación donde trabaja que la concesión del premio fue para él toda una sorpresa.

Inspiración

Fiel a su fama de hombre silencioso y discreto, caracterizado por sus impecables camisas blancas, Nachtwey agradeció así el galardón concedido por la Fundación Princesa de Asturias: "Es muy significativo para mí. Cuando se lee la lista de destinatarios anteriores resulta bastante humillante porque muchas de las personas que aparecen en esa lista me han inspirado a lo largo de mi vida". No sólo se refería a Nelson Mandela, a quien destaca sobre todo, también a otros personajes que ya figuran en la nómina de galardonados por la Fundación. Para el reportero son "fuente de inspiración" el científico Stephen Hawking, el político y escritor Václav Havel, la escritora Doris Lessing y el cineasta Francis Ford Coppola. Según su punto de vista, lo que hace a este galardón muy especial es que no se trata de un premio específico a la fotografía o al periodismo, "está más allá de eso".

Precisamente el compromiso ético de Nachtwey como informador gráfico en medio de los conflictos más crudos de los últimos años fue uno de los aspectos fundamentales sobre los que se sustentó la concesión del galardón. El acta del jurado constata que Nachtwey está "considerado uno de los mejores reporteros gráficos de guerra de las últimas décadas" y añade que "su compromiso profesional le ha llevado a cubrir una treintena de conflictos bélicos y crisis humanitarias sin abdicar de los principios éticos del informador ni maquillar el dictamen de la cámara". Finalmente, el jurado del premio de Comunicación y Humanidades considera que "como lúcido testigo del sufrimiento humano, su magisterio se prolonga a varias generaciones de fotoperiodistas de todo el mundo".

Antes de este galardón James Nachtwey fue premiado en el año 2006 con el premio de Heinz en las Artes y las Humanidades. Posteriormente, en 2012, recibió el Premio Internacional de la Paz de Dresde.