La violinista Bella Hristova brilló ayer con luz propia en el concierto que ofreció la Orquesta Sinfónica del Principado (OSPA) en el auditorio Príncipe Felipe de Oviedo. La intérprete mostró un dominio del instrumento, puro fuego, que entusiasmó a los asistentes. En esta actuación, penúltima de abono, la orquesta asturiana, en la imagen, interpretó obras de Mussorgsky ("Una noche en el Monte Pelado) y del argentino Astor Piazzolla ("Las cuatro estaciones porteñas") además de la "Fantasía después de Dante" de Chaikovski.