-Estoy muy bien. Llevo fuera casi 10 años y estar unos meses seguidos en Asturias es ganar en salud mental.
Inés Paz (Gijón, 1980) presenta el concurso "La batalla de los pueblos" que la TPA emite los viernes y se hace "con muy buen ambiente y la gente que concursa lo pasa muy bien".
-Zebrastur me ofreció esta grabación, en principio para tres meses. Me encajaba con mi labor de reportera y presentadora de especiales en el programa de la tarde de Tele Madrid.
-Lleva casi la mitad de su vida trabajando en televisión.
-Estudié Económicas para ser profesora e hice el curso de capacitación.
-¿Cómo llegó a la televisión?
-Mi hermana Susana, que es tres años mayor, iba a un casting enorme para presentar la agenda cultural de Tele Gijón después del informativo, y me pidió que la acompañara, fui y hasta ahora.
-¿Ella se lo perdonó?
-Por supuesto. Estudió Derecho, es actriz e hizo Arte Dramático. Nuestros padres son profesores, pero a nosotras nos atrapó la farándula.
Enseguida le hicieron pruebas en directo y antes de un año presentaba "Tardes con Inés", cuatro horas seguidas de televisión.
-No tengo miedo escénico y no quedo callada. Un silencio en televisión es muerte en directo.
-¿Ejerció como profesora?
-A los 25 años di clases de Economía a alumnos de 16 años del Codema. Por la noche presentaba una tertulia y por la mañana me esperaba el cura, Miguel, para comentar el programa. Me encantó dar clase, pero la tele me atrapó.
-¿Sabía qué quería hacer en televisión?
-En algún momento de mi vida, sí, pero ahora la enseñanza es que todo sale por donde no esperabas. Me gusta dejarme llevar. Me muevo por retos, no sé acomodarme, no valoro la estabilidad y me agobiaría estar toda la vida en el mismo proyecto.
Dejó Tele Gijón para ser auxiliar de producción en "Luz de domingo", de José Luis Garci, y, al acabar, se fue a Madrid con una amiga "a picar puertas".
-¿Cómo hacía?
-Llamaba y decía: "Hola, ¿cómo estás? No me conoces, soy Inés Paz, periodista asturiana... Al decir asturiana se abría el cielo porque les gustaba la región, veraneaban aquí... Lo primero fue presentar concursos en Sony Televisión y, al poco, hice un casting de reportera para "La mañana" de TVE y pasé allí más de 7 años.
-Y estudió Periodismo.
-No me cuesta estudiar. Mi padre me inculcó una metodología de razonar, no de empollar. Quiero hacer Criminología.
-¿Es duro Madrid?
-En TVE tienes más facilidades para trabajar, sobre todo cuando llegué, que el presupuesto no tenía las limitaciones que la crisis impone hoy.
-¿Qué hacía?
-Pateé España entera. No tenía vida. Después de 12 horas de trabajo me llamaban para preguntarme ¨¿Cuánto tardas en llegar al aeropuerto?". Me pilló con 27 y aguantaba, pero acabé loca. Aprovechaba los transportes para dormir y estudiar. Lo mejor de aquella época fue el contacto directo con la gente, a pie de noticia.
-Una historia que le haya tocado.
-El asesinato de la niña Mari Luz, en Huelva. Fue una convivencia diaria con la familia y casi no separabas lo personal. En la rueda de prensa que dio el padre cuando apareció el cuerpo se me escapaban las lágrimas.
Siguió en el programa, en plató, de sustituta y copresentadora.
-¿Le faltó vida personal?
-Nunca. Tengo mucha energía. No tomo café. Si lo tomo me dicen "no vuelvas a tomar café". No podría estar sin dedicarme a esto, pero ahora me apetece algo de reposo. Madrid ofrece mil cosas, pero también las quita y después de 10 años estresa. En Asturias es como si mi tiempo libre se hubiera multiplicado por dos. Lo disfruto con más tranquilidad y en un entorno natural.
Vive en Gijón con Eloy, su pareja desde hace tiempo, que es director de cine.
-¿En qué cambió la TV?
-Vamos demasiado rápido y se nota. Echo de menos los programas en los que no había que rellenar cada segundo. La competitividad nos tiene locos por el "share" y la audiencia, cosa que no comparto. No prima la calidad, sino la cantidad y hay mucha presión. La televisión pública aún mantiene algo de lo que era, pero no es como antaño.
-¿Qué quisiera hacer?
-En mi última etapa de Tele Gijón hice entrevistas en profundidad. Espero volver a hacerlo. Pero ahora como no metas al entrevistado en una caja y lo subas con una grúa...
-¿Ve televisión?
-Poca. Tengo poco tiempo y pocos programas consiguen sentarme ante ella. Como espectadora soy supercrítica y superautocrítica. No me gusta verme, pero lo hago para mejorar. Nunca fui de atontarme ante la tele.
-¿Qué programas le gustaron?
-"La noche abierta", de Pedro Ruiz, que tenía calma. "El séptimo de caballería", de Miguel Bosé, con música y entrevistas. Y sí, crecí con "La bola de cristal" y "Barrio Sésamo" y añoro la vieja televisión aunque comparta su actualización.
-¿Qué le gusta que no sea televisión?
-Escribir. Tengo un diario desde que pequeña y desde que marché a Madrid lo hago más personal y profundo. He escrito para mí, con más calma, historias que cubrí para televisión. Son muchos cuadernos con los que me gustaría hacer una bonita historia con grandes dosis de ficción. Hago relatos. Mi sueño sería hacer algo bonito que se pueda compartir y dedicarme profesionalmente a la prensa escrita.
-¿Qué tal está ahora?
-Estupendamente. No me arrepiento de ningún paso que haya dado porque todos han sido un aprendizaje para el momento en el que estoy ahora de confianza, serenidad e ilusión. Me adapto y soy optimista y pienso que todo cambio viene por algo y trae algo diferente que nunca creo que sea peor. Es positivo si aprendes.
-¿Para examinarse de qué?
-Para la evaluación continua contigo misma.
