Oviedo / Madrid

Estiramientos, retoques de maquillaje y muchos nervios reinaban entre las bailarinas que esperaban ayer en el Nuevo Teatro Alcalá para competir en la recta final de la audición que las podría convertir en las próxima "Baby" del montaje teatral "Dirty dancing", que llega a Madrid en noviembre.

José Luis Sixto, director de escena de "Dirty dancing. El clásico del cine ahora en teatro", que se estrenará en la capital y continuará de gira nacional, ha contado en declaraciones a "Efe" que además de la técnica, que "siempre es importante", para llevarse el papel en estos procesos de selección pesa mucho la "actitud".

"Se necesita algo más que hacer unos movimientos correctos. Una sonrisa, una manera de actuar que nos transmita que esa persona quiere el papel de verdad y que consiga que nuestros ojos se posen en él o ella", esa es la "receta" para lograr una plaza en musicales como éste.

A eso de las 16.30, las chicas y los chicos preseleccionados preparaban juntos la última coreografía siguiendo los pasos de Mateo Tugnoli y Marta Melchiorre, coreógrafos de la productora italiana que giran por todo el mundo con el montaje.

"Es duro ir eliminando a gente, pero también es muy satisfactorio cuando encuentras a bailarines y actores que te enamoran por encima de los demás", explicó Sixto.