El nuevo edificio piramidal de la londinense Tate Modern, The Switch House, que amplía el tamaño de la galería de arte contemporáneo en un 60 % y ofrece un enfoque más internacional, fue presentado ayer.

La esperada extensión de la Tate es una imponente torre de diez plantas, diseñada por los mismos arquitectos, los suizos Jacques Herzog y Pierre De Meuron, que en el 2000 se encargaron de reconvertir una antigua central eléctrica abandonada en lo que hoy es este icónico museo.

La nueva ala de la galería se inaugurará oficialmente este viernes con la voluntad de hacer de la Tate un centro todavía más "internacional" y diverso, con arte llegado de todas las partes del globo, señaló su director, Nicolas Serota.

La transformación del museo, que ha contado con un presupuesto de 260 millones de libras (320 millones de euros), incorpora nuevas galerías y espacios así como una impresionante vista panorámica de 360 grados desde lo más alto del edificio, ubicado al sur de la llamada Sala de las Turbinas.