Charo Huelga no puede vivir sin el café. Esta empleada de banca de Arriondas se toma tres al día. No piensa renunciar al café, considera que "en sí no debe de ser malo, el problema es que seguramente le echen aditivos que puedan ser dañinos en el proceso de producción". A partir de ahora promete esperar "mucho más a que se enfríe el café".