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Atención: otro tiburón

El manual a seguir en este filme es el que ya estableció Spielberg hace décadas

Cartel del filme.

En un islote mínimo una chica (Blake Lively) aguanta los ataques de un tiburón. No hay mucho más que explicar sobre "Infierno azul", la nueva cinta de Jaume Collet-Serra, el español afincado en Hollywood que ya ha firmado películas de acción como "Non stop" o "Una noche para sobrevivir". El manual a seguir en este filme es el que estableció Steven Spielberg con su "Tiburón": cámara subjetiva para el escualo, catálogo de imprudencias y mucho mordisco y sangre alrededor. A pesar de lo complicado de la propuesta, el cineasta sabe aguantar al espectador con una gran capacidad para darle ritmo a lo que cuenta. En el medio Blake Lively actúa creyéndoselo todo, un detalle que da enteros al resultado final. Esto no evita que haya momentos imposibles: ese Jaenada de camino a la playa, unos bañistas descuidados o las conexiones con la familia de la chavala que chirrían cada vez que ocurren.

Cuando hay un buen tiburón peligroso es muy dificil que el tinglado salga mal. Aquí Collet-Serra lo sabe controlar con alguna idea brillante (añadir a una gaviota compañera a la ecuación, una escapada entre medusas) y con alguna barbaridad de serie "B" que le da lustro al total. "Infierno azul" es una película de verano, hecha para consumir con palomitas y la posibilidad de que, en algún momento, se te escape alguna carcajada de entre tanta locura acuática.

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