La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Mejor no la veas

Más de lo mismo pero peor. Mucho peor. Y mira que era difícil porque la primera entrega ya era terrible. Y fastidia. No porque sea mediocre con ganas, hasta llegar a un punto en el que parece una falta de respeto a la inteligencia del espectador, sino porque en el bodrio hay un montón de actores que deberían respetar más su prestigio aún no consolidado (Mark Ruffalo, Jesse Eisenberg) y otros que decididamente han optado por manchar la última etama de sus carreras con trabajitos infames (Michael Caine nunca le hizo ascos a los engendros, pero lo de Morgan Freeman es escandaloso). ¿Ilusionismo? No, mañas de trilero que aburren, aturden e irritan en su aparatosa simpleza. Huyan.

Compartir el artículo

stats