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Regreso al futuro

Tabby, la estrella más misteriosa

Los datos del telescopio "Kepler" abren la hipótesis de la construcción de una megaestructura alienígena

La astrónoma Tabby Boyajian.

Hay una estrella situada a 1.480 años luz de la Tierra, en la constelación de Cygnus, que trae de cabeza a los astrónomos y está desatando un interés inusitado. Ya se han escrito más de 10.000 artículos en la red sobre ella. ¿Por qué? Porque hay quien piensa que el telescopio espacial "Kepler" encontró pruebas suficientes como para suponer que en torno a esa estrella, un poco más grande y más caliente que el Sol, una civilización alienígena está construyendo una megaestructura que la envuelve y en ocasiones oscurece su brillo. Eso sostienen los apasionados a los encuentros en la tercera fase. Pero los astrónomos más rigurosos, aunque se esfuerzan, no se atreven a descartarla por completo. No logran explicar del todo por causas naturales las fluctuaciones que se producen en el brillo de la estrella, lo que indica que algo se está interponiendo entre nosotros y ella. ¿Pero qué es?

La estrella se denomina técnicamente KIC8462852, pero ha sido rebautizada como "Tabby" en honor de la astrónoma de Yale que firmó el primer trabajo sobre ella. Tabetha "Tabby" Boyajian publicó en el otoño de 2015 un documento donde informaba sobre las inusuales fluctuaciones que se habían registrado en la luz procedente de la estrella cuando la sonda "Kepler" había estado registrando sus datos. Cuando "Kepler" registra una fluctuación regular en el brillo de un cuerpo celeste, eso indica que allí debería de haber un planeta en órbita que ha pasado por delante, oscureciéndolo temporalmente.

Pero en el caso de Tabby había docenas de huecos irregulares en el registro de su brillo. Primero la luz se mantuvo estable dos años y luego, durante una semana, el brillo se redujo un 15%. Pasaron dos años de brillo constante, pero en 2013, y durante 100 días, la intensidad de su luz se redujo, en una ocasión un 20%. Para conseguir eso haría falta la interposición de un objeto 1.000 veces mayor que la Tierra. Lo mejor que se le ocurrió a Boyajian para no acabar explicando que esas pérdidas de brillo se debían al proceso de construcción de una megaestructura alienígena, era que todo se debía a un cometa gigante que se había fragmentado en una cascada de cometas pequeños. ¿Fin de la sospecha de que ahí fuera alguien está montando un colosal andamio en torno a su estrella? No.

En un estudio fechado el pasado 5 de agosto, Ben Monet, del Instituto Caltech de California, y Joshua Simon, del Instituto Carnegie, han hecho un nuevo análisis de los datos recogidos por el telescopio espacial "Kepler" cuando estaba mirando la porción de espacio donde está la estrella Tabby. Además de que tilita de manera irregular, está perdiendo brillo de una forma extraña. Su estudio indica que a lo largo de cuatro años, el brillo ha disminuido un 3%. Eso, según aseguran, es completamente anormal y no tiene precedente en otras estrellas. El ritmo de decrecimiento del brillo de Tabby, además, es irregular. Durante las primeras observaciones que "Kepler" hizo de la estrella, su brillo se redujo un 0,34%, pero en los 200 días siguientes Tabby se oscureció un 2% más.

"Kepler" ya no está enfocado hacia esa estrella. Pero la astrónoma que le ha dado nombre ha recaudado a través de la plataforma Kickstarter (financiación popular de proyectos innovadores) el dinero suficiente para seguir observándola desde la red de observatorios de Las Cumbres durante todo un año. ¿Verá el "andamio"?

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