Tres mujeres han sido multadas desde el pasado sábado en Cannes por llevar "burkini", según informó ayer el diario local "Nice Matin".

La primera víctima de la prohibición fue una mujer de 29 años pillada el sábado en la playa de la Croisette por lo que tuvo que hacer frente a una multa de 38 euros. Al día siguiente recibió la misma sanción otra de 32 en la de Zamenhoff, y el lunes por la tarde fue sancionada una tunecina de 57 años.

Además, otras seis mujeres que se bañaban "demasiado cubiertas", según el diario, fueron advertidas, pero optaron por abandonar la playa o cambiarse el traje de baño, tal y como declaró el jefe de la policía municipal, Yves Daros.

"Nice Matin" indicó que desde que el Tribunal Administrativo de Niza respaldó a las autoridades locales en su veto contra ese bañador islámico los controles contra esa prenda se han multiplicado.

Por otra parte, el decreto de la ciudad de Cannes sigue ganando adeptos. De hecho, ayer, Daniel Fasquelle, el alcalde conservador de la ciudad de Le Touquet, un destino turístico en la costa francesa del Canal de la Mancha, indicó que prohibirá el burkini de manera preventiva: "No hay que esperar a tener un problema para interesarse. El papel de un alcalde también es anticiparse".

Además del señor Fasquelle, dos alcaldes de su mismo partido en la Costa Azul, los de Cannes y Villeneuve-Loubet, también han publicado decretos similares en las últimas semanas para prohibir los "burkinis" en las playas.

Lo mismo ha hecho otro de izquierdas en la localidad de Sisco, en Córcega, después de que el pasado sábado se produjera un altercado violento entre unas familias de origen magrebí que estaban en la playa y otros vecinos de este pueblo.

La ministra de la Familia, la Infancia y los Derechos de la Mujer, Laurence Rossignol, ha sido la única voz del Gobierno francés que ha intervenido por ahora para criticar el "burkini" al considerarlo "una versión playera del 'burqa" con el que "se trata de encerrar, de disimular el cuerpo de las mujeres para controlarlas mejor".

Por otro lado, el empresario argelino Rachid Nekkaz pagará todas las multas provocadas por el uso del "burkini". No es la primera vez que Nekkaz promueve una iniciativa similar. En 2010, creó un fondo dotado de un millón de euros para pagar multas por llevar el velo integral en lugares públicos.