"Buenos días, María. Súbame el desayuno a la habitación". Así empezaba María Teresa Campos el jueves el "docureality" que protagoniza con su hija Terelu en Telecinco. Un carrito de ruedas blanco recorriendo pasillos interminables por delante de muebles acabados en pan de oro, y María, la chica del servicio, por fin logra cumplir con la petición de "la señora". Apenas con un minuto ya nos tienen enganchados. La excusa de los problemas con la dieta de Terelu sirven como hilo conductor para mostrar lo que la gente quiere ver realmente: su relación y sus "casoplones".

Las Campos hablan a cámara y entre ellas, en la cocina, en la terraza o con una piscina cubierta enorme de fondo sin despeinarse. La imponente casa de la matriarca da paso al nada desdeñable ático de Terelu, donde nos habla de lo poco que come, pero sin parar de comer. Aperitivos informales o comidas con invitados son la excusa perfecta para que las veamos desenvolverse en su entorno más privado y de paso apreciemos el punto de fuga de puertas infinitas que se gasta en el comedor la que durante años fue considerada "la reina de las mañanas". Su relación con el servicio no pasa desapercibida. "Me encanta poner una buena mesa", dice María Teresa momento antes de ordenar a María (la sirvienta) colocar los cubiertos de ocho maneras distintas. El tono poco amistoso al dirigirse a ellas es compartido por ambas y chocante en muchos momentos desde el otro lado de la pantalla. El momento en el que María Teresa corrige un error al servir la mesa en el momento de la ya famosa "tor-ti-lla, ella no come carne, tráele la tor-ti-lli-ta", acompañada por su cara de pocos amigos, deja claro que el mal genio no entiende de cámaras y quedará para el recuerdo.

Maquilladas, sin maquillar, en casa o caminando por la calle, ellas saben cómo llenar la pantalla y sobre todo, saben cuándo hablar solas y cuándo estar calladas. Que parece fácil y no lo es. Mi recomendación es que vean el programa acompañados del móvil y lo sigan en Twitter. La mayoría de los memes no tienen desperdicio.

La gran repercusión en las redes vino acompañada de un éxito en las audiencias. Telecinco, son expertos en esto, se montó un programa de debate para antes y otro para después del estreno, por si alguien se quedaba con ganas de más. Además de la intervención de la otra hija de María Teresa, Carmen Borrego, que no veía muy creíble tanto buen humor por las mañanas, hubo tiempo para la polémica e incluso la bronca entre la protagonista de la noche y Antonio Rossi por una pregunta sobre su relación con Bigote Arrocet. No piensen mal, eso no alimentó para nada el morbo del paso por el "Sálvame Deluxe" del humorista argentino al día siguiente. Otro gran momento de la noche fue la llamada María la sirvienta, que quiso aclarar que quiere mucho a "la señora" y que la trata así por ser mayor que ella. Todo arreglado. Mediaset ha encontrado un filón y en las redes sociales ya esperan ansiosos la segunda parte de Las Campos.