La llaman la cuesta de septiembre, y es como la de enero pero sólo para las familias con niños en edad escolar. En Asturias, números redondos, hay unos 60.000 que empezarán dentro de unos días el nuevo curso en Primaria y Secundaria Obligatoria. Los de Infantil, Bachillerato y Formación Profesional también necesitan material, libros y ropa escolar.

Las estadísticas se diluyen en este campo de gasto porque las realidades educativas y sociales son múltiples. La Asociación de Consumidores y Usuarios (CECU) calcula que el 60% de las familias españolas gastan en la vuelta al cole entre los 300 y los 700 euros por escolar, pero cualquier estadística nacional se ve condicionada por el capítulo que genera más presión en los bolsillos: los libros de texto.

Casi seis de cada diez euros de la vuelta al cole se van en libros y material, y ahí, a pesar de todos los intentos de reutilización y bancos de libros, España lidera el gasto entre nuestros socios más cercanos de la UE. El resto se lo lleva la ropa "de invierno" y el equipamiento escolar y deportivo (los uniformes, para los colegios que los utilicen).

Pero el gasto de libros va a menos, y no porque las grandes editoriales bajen los precios. Hay comunidades que abordaron en su día la gratuidad total, como Navarra y Andalucía. Otras, como el Principado de Asturias, que compaginan ayudas directas a familias con menos recursos y un plan de bancos de libros que se gestionan desde los centros educativos. Buen comienzo, pero insuficiente.

Desde la oposición parlamentaria se insta al Gobierno asturiano a aprobar la gratuidad para todo el alumnado. Es cuestión de dinero que, por el momento, no se tiene. Tiempo al tiempo.

Pero volvamos a septiembre, ese mes programado para que muchos, grandes y pequeños, retornen a la vida cotidiana. Un niño o una niña de quinto curso de Primaria, por ejemplo, necesitará, como equipamiento básico, un par de buenas botas, calzado deportivo y chándal para el cole, una media de siete libros, material escolar en forma de libretas, lápices, gomas y demás, y la ropa para afrontar los madrugones escolares porque, por si alguno no lo sabe, los niños crecen. Así, por alto, y sin contar este último capítulo de ropa otoño/invierno, alrededor de 500 euros (sin ayudas). Si hay hermanos, seguro que existe alguna estrategia recicladora que sirve para ahorrar.

Pero las estadísticas nacionales globales bajan hasta un gasto entre 200 y 400 euros por niño por el ahorro en los libros de texto y con las políticas autonómicas dispares de ayudas.

El primer año "en serio" del programa de bancos de libros puesto en marcha el pasado curso por el Principado fue solventado con éxito gracias al esfuerzo "extra" en colegios e institutos. Sólo el año pasado se beneficiaron de los bancos de libros unos 18.000 alumnos asturianos de la escuela pública. El Principado destinó para ayudas de libros una partida de 2,8 millones de euros, de los que 2,4 se fueron para la red pública y otros 400.000 euros para la concertada en forma de ayudas directas a las familias.

Cada libro de texto en Primaria tuvo el pasado año un coste aproximado entre los 17 y los 25 euros. En la ESO no baja de los 20 euros.

Las asociaciones de consumidores aconsejan a las familias comparar precios de equipamientos y material (los libros tienen precio establecido), ir a las tiendas con nota de la compra y, salvo que sea preciso probar ropa o calzado, mejor hacerlo sin niños para evitar caprichos.