Una página de Facebook para adoptar y cuidar a perros y gatos en Asturias terminó convertida ayer en una pelea de uñas entre los que protestaban por la censura del asturiano y los que defendían a la Asociación de Amigos del Perro, con sedes en Serín y en Langreo, que ha expulsado a una voluntaria que se expresó en llingua.

El problema comenzó cuando un coordinador de esta asociación de animales pidió a una voluntaria, en un grupo de Facebook que tienen para coordinarse, que no se expresara en asturiano. Alegaba que entre los cuidadores de animales se encontraban personas que no eran de Asturias y que podían no entenderla perfectamente. Ella hizo una denuncia sobre este hecho, de la que se hizo eco la organización Iniciativa pol Asturianu, que lamentó que la Asociación de Amigos del Perro hubiese recriminado a la voluntaria el haberse expresado en asturiano. "La falta de oficialidad y de unas políticas de sensibilización por parte del Gobierno de Asturias producen este tipo de situaciones de conflicto que se dan en más ocasiones de las que se hacen públicas", denunciaron. Su presidente, Inaciu Galán, afirmó a este diario que espera que la denuncia sea constructiva y que sirva para que se den cuenta de que fue un error reprender a la voluntaria. Por eso piden a la Asociación de Amigos del Perro que den marcha atrás.

"Represión lingüística"

Ayer por la tarde, la animalista censurada recibió un correo electrónico en el que se le comunicaba su expulsión definitiva de la asociación, algo que la pilló por sorpresa. La afectada sostiene que no tiene nada en contra de la Asociación de Amigos del Perro, sino de la norma que le impide hablar en asturiano. Con su denuncia quería evidenciar la "represión lingüística" que sufre la llingua.

Sin embargo, y según la asociación, la expulsión poco o nada tiene que ver con el uso del asturiano. A pesar de los rifirrafes que tuvieron por su uso, aducen que la expulsión se debe al incumplimiento de varios artículos del documento que todos los voluntarios deben firmar una vez pasado el periodo de prueba.

"El primer incumplimiento fue demostrar falta de respeto al resto de sus compañeros", explica a LA NUEVA ESPAÑA Lola Moreno, la presidenta de la Asociación de Amigos del Perro. Moreno hace referencia a que la voluntaria expulsada difundió en Facebook conversaciones privadas. Hizo públicos los mensajes privados que se intercambió con el coordinador de la asociación, aunque la expulsada sostiene que lo hizo con la fotografía y el nombre tapados para que no se le identificase. En base a eso, la asociación protectora considera que se incumplió el artículo por el que hay que respetar la confidencialidad de lo debatido dentro de la asociación. "Lo que hablamos entre nosotros son cosas internas", afirma.

Moreno mantiene la opinión del coordinador de que hay que buscar un idioma común y que ése tiene que ser el castellano, al haber voluntarios ingleses y alemanas. Asegura que es una entidad apolítica. "Nos da igual los signos políticos con los que estemos trabajando, no se habla de política. Se habla de animales abandonados, de cómo se puede ayudar... De si este otro pobre perro necesita una operación...", asegura. La presidenta de Amigos del Perro denuncia que durante todo el día de ayer recibió insultos en las redes sociales. "Si pides respeto, también tienes que respetar", afirma.

La presidenta de la entidad animalista lamenta que con toda esta polémica se olvide el objetivo principal de la protectora. Y es que, a pesar de todos los problemas entre la asociación y la voluntaria expulsada, ambas sostienen lo mismo: que lo más importante es el bienestar de los animales.