Javier Salinas ha sido relevado por el Papa Francisco como obispo de Mallorca a consecuencia de la presunta relación sentimental que mantenía con su secretaria, que además es una mujer casada. La decisión papal fue comunicada ayer por el Vaticano, pero sin citar ningún motivo, y llega ocho meses después de que estallase el escándalo. Fue el propio marido de la secretaria quien denunció públicamente una relación amorosa que el prelado negó rotundamente. Y ello pese a que se publicaron imágenes de un amplio dossier de fotografías y vídeos en los que el obispo aparecía abriendo por las noches el portón del palacio episcopal para que pudiera entrar un Peugeot conducido por su secretaria. Eso era algo que ocurría casi todas las noches.

Francisco saca a Salinas de Mallorca y lo envía como obispo auxiliar de Valencia, diócesis encabezada por el cardenal Cañizares, uno de los representantes del ala más conservadora de la Iglesia española, marcado por sus encontronazos con el colectivo homosexual y sus denuncias contra un "imperio gay" que trataría de horadar los cimientos de la familia cristiana. Cañizares recibe a Salinas con los brazos abiertos. "Es el obispo mejor preparado en iniciación cristiana y catequesis de niños y jóvenes", aseguró ayer en un comunicado. Cañizares añade que "necesitaba" alguien así a su lado para "fortalecer los temas relacionados con la iniciación cristiana" y para hacer "una diócesis evangelizada y evangelizadora". El cardenal, en su nota, da la vuelta a la interpretación mayoritaria de esta destitución y sugiere que no ha sido el Vaticano el que saca de Mallorca al obispo ennoviado, sino que todo se debe a una petición suya. Agradece a Francisco que "haya accedido a mi ruego" y que, "con inmensa comprensión y atención a esta necesidad, nos haya concedido al obispo mejor preparado y experto en este terreno".

Salinas ha sido apeado de una sede episcopal que ocupaba desde 2012 y hasta la fecha aseguraba que todo se debía a la reacción de un hombre dolido, el esposo de su secretaria, que le culpaba de la ruptura del matrimonio. No obstante, tal y como desveló el "Diario de Mallorca", del mismo grupo editor de LA NUEVA ESPAÑA, Salinas había reconocido que se había intercambiado los anillos con su la mujer, "pero no por un vínculo amoroso", sino como un gesto en el marco de un grupo de oración formado por ambos. Estos anillos no llevaban sus nombres, contenían la inscripción "Caminante", según detalló entonces el prelado.

El Vaticano seguía desde hace meses el caso y el mismo Salinas admitió que en el transcurso de una visita al Vaticano para abordar asuntos patrimoniales de la diócesis también trató con responsables de la Santa Sede sobre el tema. Ayer, tras ser apeado de la sede obispal, pidió perdón por "si con algún defecto mío he ofendido a alguien o le he dado motivos de preocupación". Lo hizo por escrito. En una carta dirigida a los fieles agradeció el trato recibido desde que en noviembre de 2012 fuera nombrado obispo de Mallorca.

"Os tengo que comunicar que el Santo Padre ha tenido a bien aceptar mi renuncia a esta querida sede. Una decisión que he tomado libremente, después de haber orado al Señor y asistido por el consejo de personas de criterio humano y eclesial, mirando lo mejor para la diócesis", escribe el obispo Salinas.

También ha aludido a su nuevo cargo, sobre el que ha señalado que el Papa Francisco ha querido confiarle "benévolamente" un nuevo encargo pastoral como obispo auxiliar de Valencia, que acepta "con sentimientos de filial obediencia y gratitud al Santo Padre", y de "cordial reconocimiento" al cardenal Antonio Cañizares, "que quiere que sea su colaborador en su misión apostólica en Valencia".

El Papa Francisco ha nombrado a Sebastià Taltavull, actual obispo auxiliar de Barcelona, administrador apostólico de Mallorca. En el comunicado del Vaticano no se explicita ningún motivo grave relacionado con esta decisión papal.