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JAVIER LASHERAS | Escritor, acaba de ganar el premio de novela de Valladolid

"El libro en papel sigue siendo un avance tecnológico aún no superado"

"Me disgusta la aparición de formas de ocio que no buscan ni incentivan - la empatía con los otros"

Javier Lasheras. LUISMA MURIAS

El escritor ovetense Javier Lasheras recoge mañana jueves, en la casa museo de Zorrilla, en Valladolid, el LXIII Premio de novela "Ateneo-Ciudad de Valladolid" por su obra "Las mujeres de la calle Luna". Lasheras se ha hecho con el segundo galardón literario más antiguo de España, dotado con 20.000 euros, además de la publicación de la obra, prevista para la primavera de 2017.

-Hay una imagen central en su novela, el cuadro "El origen del mundo", de Courbet. Es una imagen explícita del pubis femenino. ¿Qué vio usted ahí?, si me permite preguntárselo.

-Además de lo obvio, "El origen del mundo", por su propia peripecia histórica, es una oportunidad temática para cualquier escritor. Desde luego, tras lidiar con él durante un tiempo, soy más consciente de sus múltiples significados. En la novela el cuadro me permite adentrarme en cómo nuestro bagaje determina la forma en que miramos e interpretamos una obra de arte. El cuadro representa la liberación de la mujer, su victoria sobre el pudor.

-En la promoción del libro que se habla de tres asuntos cotidianos que nos marcan: terrorismo, emigración y fútbol. ¿El fútbol como solución o como problema?

-Keven Keegan, el exjugador del Liverpool, dijo que no hay nada que pueda reemplazar al fútbol. En la novela aparece como una competición en la que se proyectan tanto los anhelos como los fracasos de un personaje que encuentra en el fútbol un reflejo de su propia vida.

-Sobre los otros dos (emigración y terrorismo), ¿siente que estemos en un nuevo tipo de guerra mundial?

-Lo siento yo, lo sentimos todos y los hechos y los expertos nos lo confirman día tras día. París ha perdido un veinte por ciento de visitantes durante este año, viajar a Turquía hoy, en comparación con hace quince años supone un riesgo enorme, etcétera. Y en portada nos desayunamos cada día con la emigración y los refugiados que constituyen esas nuevas legiones de desheredados con quienes no sabemos qué hacer. Ellos huyen de la muerte y nosotros tenemos miedo. A todos nos gustaría acogerlos, pero como buenos hipócritas preferimos que lo hagan nuestros vecinos. Creo que son problemas muy complejos, difíciles de resolver y que van para largo.

-¿Qué otras preocupaciones salen de su pluma?

-Lo que me ocupa, y así he intentado reflejarlo en "Las mujeres de la calle Luna", es cómo logramos sobrevivir en el día a día con nuestros fracasos, cómo vivimos en esta situación caótica, con el paro, la emigración o el yihadismo, buscando refugio en cosas como la música, el arte, el fútbol o el universo de los haikus.

-¿Cree que la crisis ha influido en algo en los escritores españoles actuales?

-Por supuesto que la crisis influye. Como en otros sectores la crisis ha provocado un descenso de ventas que tiene como consecuencia inmediata una mayor dificultad para publicar. De otro lado, la crisis como tema literario ya ha sido tratado por varios autores. Rafael Chirbes es, entre otros, un ejemplo sobresaliente.

-En su blog, tras recibir el premio, escribió que se sentía como el joven protagonista de "La Isla del Tesoro", Jim Hawkins. ¿Ese es el germen de su literatura, la pasión lectora que desató la obra de Stevenson?

-A veces recuerdo con más nostalgia la lectura de algunos libros que el trato con determinadas personas. Yo no me entiendo sin la lectura febril de aquellos años, sin aquella inocencia llena de avaricia que me hacía disfrutar de un libro incluso antes de leerlo, al igual que le sucede a Jim Hawkins cuando repasa el mapa de la isla del tesoro antes de embarcarse en la Hispaniola, la goleta que le llevará a la aventura y que imagina antes de vivirla.

-Usted también es poeta. ¿Qué está escribiendo, qué le interesa ahora?

-Ahora lo que toca es preparar bien la novela para que llegue a los lectores de la mejor manera posible en primavera. Y en cuanto a la poesía siempre ando, de una u otra forma, trajinando entre versos.

-Y cómo novelista, ¿qué le interesa de otros autores? ¿Y qué le preocupa de la literatura actual?

-Como lector me seduce la imaginación, la calidad del texto y su capacidad para evocar y sorprenderme. Pero como novelista a veces pongo más atención en los recursos técnicos de la novela que leo, lo que a veces limita el deleite incondicional de la lectura. Y en cuanto a qué me preocupa, confieso que me disgusta la aparición de formas de ocio que no buscan ni incentivan la empatía con los otros.

-Decían que el libro en papel iba a morirán favor del ebook. Pero parece que no es así, que el papel sigue teniendo tirón y encanto. Lo que sí están muriendo son las librerías. ¿Cuánto perdemos los lectores con estos cambios? O cuánto ganamos...

-Mi experiencia lectora me dice que el libro en papel sigue siendo un avance tecnológico de primer orden aún no superado. La satisfacción, ese placer táctil y visual, sensual, que proporciona un libro en papel está muy lejos de ser superada por los ebooks, aunque aprecio la utilidad de éstos para almacenar y consultar. Y respecto al cierre de las librerías creo que todos salimos perdiendo. Desde luego para mí no es lo mismo ir a una librería, buscar y encontrar, tocando y leyendo, buceando por los anaqueles, que ir a internet y seleccionar un libro. Además, me gusta encontrarme con libreros apasionados con su trabajo.

-¿Algún asunto de actualidad que merezca una novela? Póngale un título y un género.

-Puestos a jugar, el primero que se me ocurre es la lucha por el poder en la izquierda española. El título podría ser "El nombre de la rosa", y el género suspense político... o, no sé, tal vez tragicomedia. Aunque me atrae mucho el asunto de la corrupción. El título en este caso puede ser "Todos los hombres del presidente", en funciones, que como todo el mundo sabe pertenece al género de no ficción.

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