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Un bichito más resistente que Rajoy

El ADN del indestructible "oso de agua" guarda los secretos para superar enfermedades humanas

Si usted cree que Mariano Rajoy es el ser más resistente que hay en el planeta tierra, pruebe con un tardígrado u "oso de agua". Los osos de agua (Ramazzotius variomatus) son un microscópico (medio milímetro) animal acuático que guarda cierto parecido con un oso a primera vista. Ahí se acaban las semejanzas, si el oso pardo es muy sensible a cualquier modificación de su entorno natural (en Asturias estuvimos a punto de exterminarlos, y ahora parece que vuelven a cargar las escopetas contra el símbolo de la naturaleza asturiana) un oso de agua aguanta temperaturas del cero absoluto y también de 150 grados centígrados. Son los mejores astronautas de los que podemos disponer: también viven en el vacío del espacio. Aguantan un presión 6.000 veces mayor que la atmosférica y pueden estar diez años sin agua. Ni Rajoy.

Parece que el oso de agua tiene superpoderes y cada día le encuentran uno nuevo. Nature Comunications, según informa la agencia Sinc, acaba de difundir la investigación del científico japonés Takekazu Kunieda en la que, al analizar el ADN del bichito, encontraron una proteína que le protege contra la radicación de Rayos X. Estas capacidades del oso de agua sirven a los médicos para que la investigación biomédica diseñe nuevas estrategias para frenar los estragos de algunas enfermedades humanas.

El arsenal tecnológico que tenemos en la naturaleza parece infinito. La sorpresa puede saltar en cualquier lugar. Sin ir más lejos, en el queso. La industria quesera española Montesinos, especialista en queso de cabra, se ha aliado con un grupo de investigadores para poner en marcha el programa europeo WHEYPACK, cuyo objetivo es buscar aplicaciones para los sueros excedentarios, uno de los grandes problemas ambientales de esta industria. Pues se han puesto manos a la obra con este suero y han logrado un compuesto llamado Polihidroxibutirato o PHB. Pues resulta que esto es un bioplástico, que podría utilizarse para embalar los productos lácteos con un plástico cien por ciento biodegradable.

Hay desarrollos que se les ve venir. Uno sabe para qué lo hacen. Otros, ni idea. El último misterio tecnológico lo protagoniza Apple que, según desvela el Washington Post, ha patentado nada menos que€ ¡una bolsa de papel! Como lo oyen. Una bolsa blanca, de papel, sin Siri, sin conexión a cascos inalámbricos. Una bolsa. Pronto veremos colas en todo el mundo para comprar, a precio de millón, la nueva iBag.

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