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LXIX Temporada de ópera

Elena Mitrevska, ante el diabólico desafío de un "Fausto" muy exigente

La directora del Coro ovetense afronta, tras el éxito de "Mazepa", el "enorme cambio en poco tiempo" a un estilo de canto distinto

Elena Mitrevska. IRMA COLLÍN

Una de las grandes intrigas que deparaba la presente temporada lírica era qué sucedería con el Coro de la Ópera de Oviedo tras el cambio en la titularidad de esta formación vocal. Elena Mitrevska, nacida en Skopje (Macedonia) fue en enero de este mismo año la elegida para tomar el relevo de Patxi Aizpiri, quien lo había dirigido durante años con enorme éxito.

La nueva directora reconoce que, cuando se produce un cambio como éste, los comienzos siempre son difíciles y que el público está ávido de opinar y comentar, pero que los integrantes de la agrupación confiaron rápidamente en ella y sus ideas. Como primicia, comenta que sobre el mes de enero está previsto realizar audiciones para incorporar nuevos integrantes a las secciones masculinas del coro.

Su debut en Oviedo, con un título tan desconocido como "Mazepa" suponía un nuevo reto a todos los niveles. Durante su estancia en Viena desempeñaba la labor de subdirectora del Arnold Schoenberg Chor, que es además el coro que participa en las producciones de ópera del Theater an der Wien. "Mi vida en Viena era totalmente distinta, allí todas las semanas teníamos a los grandes directores como Claudio Abbado, Nikolaus Harnoncourt, o Simon Rattle. No podría imaginar un lugar mejor donde formarme". Ahora, Mitrevska reconoce que Oviedo fue una ciudad que le fascinó desde el primer día en que vino a realizar la audición para la plaza de director del coro de la ópera que hoy día ocupa. Comenta cómo en estos meses pasados su vida ha cambiado prácticamente en todo, pero dice sentirse entusiasmada aquí.

Define su relación con el coro como muy gratificante, y ello a pesar de la barrera del idioma, ya que Mitrevska no hablaba español cuando fue contratada, y aún hoy día tiene cierta dificultad. Pero su predisposición, sus clases y sus ganas, hacen que esto no suponga inconveniente alguno. Cuando se le pregunta por el Coro de la Ópera de Oviedo, le cambia la cara y se muestra muy entusiasmada. "Me siento muy orgullosa, porque trabajo con grandes profesionales que poseen una enorme experiencia en la escena y saben qué hacer". Además señala que aprenden sus papeles en muy poco tiempo, y demuestran a diario una enorme capacidad de trabajo, ya que los ensayos terminan en ocasiones a las 12 de la noche.

"Esta temporada de ópera supone todo un reto, ya que en cada uno de los cinco títulos propuestos, el coro tiene un papel muy destacado", afirma. "La mayor dificultad radica en que cada ópera exige un estilo diferente, un idioma distinto, y trabajar cada vez con un nuevo director musical que aporta sus ideas", lo que confiesa que le parece un desafío muy enriquecedor.

Elena Mitrevska admite que el trabajo de un coro como éste no es nada fácil. "Hemos estado ensayando los cinco títulos de la temporada desde marzo hasta finales de junio, pero la prueba de fuego llegó en septiembre con 'Mazepa' y el estreno de la temporada". La opinión de la crítica y el público coincide en que la interpretación del coro en este título ha sido magnífica, y la propia directora dice sentirse muy contenta con el resultado, aún tratándose de un coro semiprofesional como lo es el de la Ópera de Oviedo. "Este caso fue especial porque la música de Tchaikovsky nos exigía en este título una depurada técnica vocal, y eso nos sirvió a nosotros para demostrar de lo que somos capaces".

Cuando se le pregunta por "Fausto" reconoce que la dificultad de esta nueva ópera es muy alta, y que aún tienen mucho trabajo que hacer en poco tiempo. "Es muy difícil realizar un cambio tan enorme desde una ópera rusa como 'Mazepa' a una en francés como lo es 'Fausto', con un estilo de canto totalmente distinto". Además, si en Tchaikovsky el coro actuaba como una masa sonora homogénea, ahora en el caso de 'Fausto' de Gounod los coristas tienen un papel más individualizado, lo que incrementa la dificultad. No obstante, Mitrevska explica que la posibilidad de que cada uno tenga un personaje asignado que les obligue a actuar, bien un millonario, una modelo, etcétera. "es algo que entusiasma a los integrantes del coro".

A la hora de seleccionar a nuevos aspirantes da algunas pistas: "La gente que tendrá cabida en un coro como el de la Ópera de Oviedo es aquella que ya cuenta con experiencia previa en el ámbito musical, con una voz clara, que quiera trabajar en el escenario, y que posea grandes dosis de motivación, porque el trabajo de montar una ópera no es sencillo".

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