El ingeniero de telecomunicación langreano Marcos González Coto, ha convertido en un negocio de éxito la aplicación de la "objetividad" de las matemáticas al mundo del deporte. Junto a David Casielles, Hugo Novoa y Fernando Casielles ha logrado realizar una combinación de éxito entre su pasión por el fútbol y el análisis de datos. La división del grupo Telefónica especializada en Big Data y Data Science acaba de premiarles por su análisis de las trayectorias y técnicas de juegos de los equipos de la final de la Liga de Campeones League 2016, celebrada el pasado mayo, que sirvió para predecir cuál sería el resultado del encuentro aplicando técnicas de análisis predictivo de datos. El trabajo, publicado en el diario "Marca", es un ejemplo de cómo la aplicación de la inteligencia artificial permite extraer conclusiones "matemáticas" sobre las causas del rendimiento de un jugador o un equipo completo y predecir su respuesta ante unas condiciones dadas.

En el mundo del fútbol, recuerda este joven ingeniero, las matemáticas están presentes desde las reglas del juego, a las medidas de los estadios y sus capacidades, o las estadísticas de los equipos, entre otros muchos ámbitos. Sin embargo, para González Coto los cronistas deportivos siguen apoyándose mucho más en la "intuición", como se hacía en el siglo XX, en lugar de otros datos empíricos, basados en las matemáticas. Así, el langreano acude a una imagen habitual hace pocas décadas en la banca española. "Cuando ibas a pedir un préstamo, te ponías el mejor traje para ganarte el crédito del director. En el siglo XXI es un ordenador el que te clasifica si estás o no en un grupo de riesgo", especificó el joven ingeniero.

Su negocio, bautizado como Join Sp, y con sede en el Parque Tecnológico de Llanera, está llamado a introducirse en todos los ámbitos del deporte: desde la contabilidad de los clubes, a la tablet con la estrategia del entrenador, la planificación de los viajes o el seguimiento de los resultados de chequeos médicos. Pero, sin duda, el trabajo estrella es el que tiene que ver con la aplicación de técnicas de análisis predictivo de datos no tanto para concretar un resultado, matiza González Coto, pero sí para asignar un porcentaje de probabilidades de una determinada marca. Y esa tarea, precisó el joven minutos antes de subirse a un avión hacia Berlín, les permite competir globalmente. "Estamos muy orgullosos del premio", reconocen.

A su juicio, en Asturias existe un "enorme talento" capaz de dar un vuelco al modelo actual del tejido productivo. "Podemos competir globalmente", sostiene González Coto.

El trabajo premiado, en la categoría de periodismo de datos, analizaba las trayectorias y técnicas de juego del Real Madrid y del Atlético de Madrid y predecía el resultado de la final de Milán aplicando técnicas de análisis predictivo de datos. Allí reflejaban, por ejemplo, que el meta rojiblanco Jan Oblak había detenido todos los penaltis que le habían lanzado previamente a su lado derecho y a media altura. Fue uno de los aspectos decisivos en la victoria del Real Madrid. En la tanda de la final de Liga de Campeones todos sus lanzamientos fueron a la izquierda del esloveno, que no consiguió detener ninguno. "Predecir un resultado no es sencillo", insiste González Coto, pero con los datos de cómo remata un determinado jugador y la trayectoria del portero del equipo contrario se puede realizar una aproximación al resultado del partido.

"Nuestra meta", prosigue, "es crecer en el ámbito internacional; muy a nuestro pesar el entramado empresarial y deportivo no presta atención a estos mercados", se queja. No obstante, en otros partidos de trascendencia como la final de la Copa del Rey también les reclamaron. "La audiencia cada vez es más exigente y nuestro objetivo es que puedan conocer cómo evoluciona el juego y que conozcan todas las fuentes de información para trazar una opinión real", detalla Marcos González, sobre un mundo, el del deporte "más copado por la opinión y las sensaciones; nosotros queremos aportar un punto de objetividad". De momento, en ese intento ya han obtenido la primera recompensa. Y al pulpo Paul le ha salido competencia: la inteligencia de datos en el deporte.