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Mary Beard y Hugh Herr, profesores

Los alumnos asturianos exploran el pasado de los clásicos y el futuro biónico en un programa de la Fundación Princesa sobre los premiados de este año

Los alumnos del colegio Clarín de Gijón. MARCOS LEÓN

Antes de los galardonados de este año con los premios "Princesa de Asturias" lleguen al Teatro Campoamor, ya han están muy presentes en los colegios de primaria y secundaria y en los institutos de Asturias. Durante estos días, alumnos de centros educativos de toda la región han participado en el programa "Toma la palabra", que consiste en desarrollar distintas actividades en torno a la labor de los premiados. Este año, el mundo romano que investiga la clasicista británica Mary Beard y el mundo del futuro que encarna el ingeniero Hugh Herr, el inventor y portador de las prótesis biónicas para la piernas. Estos son tres ejemplos, en tres colegios diferentes, del desarrollo del programa "Toma la palabra".

Los alumnos del colegio Lastra de Mieres se convirtieron durante unas semanas en reporteros de la historia. Los alumnos de tercero y cuarto de ESO se volcaron literalmente con la actividad que les animaba a descifrar un mensaje que había sido cifrado utilizando dos sistemas de encriptación utilizados en la antigüedad: la escítala de Esparta y el llamado "cifrado César", utilizado por el emperador romano que conquistó la Galia.

Varas y alfabetos

El primer sistema consiste en una vara con varias caras sobre la que se enrolla una cinta en forma de espiral. Encima se escribe el mensaje, letra a letra, longitudinalmente. En cada vuelta de cinta aparece una letra cada vez y así queda encriptado. La cinta se envía al receptor, que tiene una vara gemela. Vuelve a enrollarla y así decodifica el texto. El cifrado César son dos discos superpuestos, cada uno con todas las letras del alfabeto. Uno se mueve sobre el otro de tal manera que cada letra del alfabeto "A" se puede hacer corresponder con otra del alfabeto "B" y así cifrar el mensaje. El mensaje cifrado que les había enviado la Fundación era que Mary Beard había sido premiada y que les retaba a investigar sobre la historia antigua, dando paso a la segunda parte de la actividad.

La violencia de género o el papel de la mujer en Roma, y sus paralelismos con la actualidad fueron algunos de los trabajos que resultaron de esta investigación mierense. La docente Noelia Prieto fue la coordinadora. "Nuestra idea era implicar a los alumnos con los premios Princesa de Asturias, que no se quedasen en un mero listado de nombres", destaca. Asimismo, aprovecharon la iniciativa para motivar a sus estudiantes "y mostrarles que las humanidades también pueden ser interesantes".

Paralelismos

La investigación que siguió al desencriptado del mensaje fue algo menos lúdica, pero igual de interesante para los estudiantes. "Les pedimos creatividad, que investigasen los paralelismos con el mundo actual, y así lo hicieron", apunta Prieto. Uno de los trabajos más destacados fue el de las invasiones bárbaras, ligado al tema de los refugiados, firmado por Samuel Aarón, David Gabela y Kevin de la Riva. Otros alumnos se centraron en la mujer y la violencia de género. Este es el caso de Marcela Ryszka, Aynara Muñoz, Candela Álvarez y Olivia Gago. "Me llamó mucho la atención la diferencia que hay entre la mujer de hoy y la de antes. Porque ahora somos todos iguales, pero antes no", apunta Gago. Su compañera Aynara Muñoz también resalta algunas curiosidades halladas en su investigación, como los rituales de matrimonio o la tutela de las mujeres.

Los niños del colegio Clarín de Gijón averiguaron hace unos días quién es Hugh Herr. Y, literalmente, "alucinaron". Porque desconocían que el flamante Premio Princesa de Asturias de Investigación Científica y Técnica, ingeniero mecánico y biofísico estadounidense, tuvo que hacer frente con pocos años más que ellos a la circunstancia de verse sin las dos piernas, después de un accidente de escalada.

"Les llamó mucho la atención y empatizaron rápidamente con la historia", indica la profesora Ana Zurrón, una de las involucradas en el trabajo que unos 75 alumnos de quinto y sexto curso de Primaria desarrollaron para "Toma la palabra", en el apartado titulado "Superherroe. El hombre biónico". Lo hicieron presentando sus dibujos, en los que los niños plasmaron la inspiración que les inyectó la figura del artífice del desarrollo de las primeras piernas biónicas.

"Yo diseñé un artefacto biónico para ayudar a ver mejor, con cables que conectan el cerebro y unas gafas especiales para ayudar a ver mejor", explica con desparpajo Álvaro Sánchez. Sergio Rodríguez prefirió imaginarse a Herr recogiendo el premio, mientras que Claudia Martínez representó sobre el papel a la bailarina Adrianne Haslet-Davis, quien perdió su pierna izquierda en el atentado del maratón de Boston y ahora danza gracias a la prótesis que Herr diseñó para ella.

Para hacer el trabajo los estudiantes dedicaron varias clases de Lengua a la investigación y el visionado de material audiovisual. "Buscamos en Internet vídeos sobre Herr, comentamos la documentación y luego cada alumno completó el trabajo en casa", explica por su parte la directora del Colegio Clarín, Soledad García. Porque uno de los objetivos del trabajo fue, precisamente, el de involucrar a las familias en el proceso.

Mundo clásico

El ovetense Santiago Álvarez tiene diecisiete años y se entusiasma hablando de todo que ha aprendido en su investigación sobre la música en el mundo clásico. "Oyes hablar de Grecia y Roma y piensas en el Partenón y en el Imperio, pero en Grecia y Roma también está la base de la música occidental", explica. Y de eso trata el trabajo con el que representa al instituto de Secundaria Pérez de Ayala, de Oviedo, en el programa "Toma la palabra", en el apartado de Ciencias Sociales, "La aventura de los clásicos de Mary Beard". Su director, Antonio Muñoz, y el mismo alumno se ilusionan pensando en la posibilidad de que la historiadora visite el instituto que más alumnos de enseñanzas clásicas tiene en Asturias.

De momento, Santiago Álvarez, alumno de segundo de bachillerato y matriculado en quinto de saxofón en el Conservatorio Profesional de Música de Oviedo, ya tiene cierta autoridad en su instituto en lo que concierne a la música en el mundo clásico. Mucho de lo que sabe lo ha aprendido en el Conservatorio, cuenta, en la clase de Historia de la Música. Ampliado, lo ha trasladado a una redacción en la que sintetiza sus conocimientos musicales sobre Grecia y Roma. Que la música era esencial en el teatro y en los actos religiosos, que era monódica, que los griegos tocaban instrumentos como el aulos, la cítara o la lira o que la música, en el mundo clásico, formaba parte de toda una cosmovisión en la que debía imperar la armonía y la naturaleza.

"En Grecia lo más importante en la educación de un hombre era la música y la gimnasia", explica Santiago Álvarez. Y añade que, como recoge la redacción que ya está en manos de la Fundación Princesa de Asturias, a la música "se le atribuían incluso poderes curativos".

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