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El armario de la musa de Proust, abierto de par en par

La condesa de Greffulhe.

Fue la musa de Marcel Proust y una de las mujeres más envidiadas de su época. Elisabeth de Caraman Chimay, condesa de Greffulhe (1860-1952), tuvo también uno de los armarios más espectaculares de su tiempo, repleto de modelos de Worth y Lanvin. Muchos de esos trajes se exponen ahora en el Museo del Fashion Institute of Technology (FIT), de Nueva York, hasta el 7 de enero, bajo el título "Proust's Muse, The Countess Greffulhe".

La alta sociedad de la capital francesa desde la Belle Époque hasta los años treinta cayó rendida a los pies de una mujer que destacó por su extraordinario refinamiento. Proust se inspiró en ella para uno de los personajes de "En busca del tiempo perdido".

Elisabeth, casada con el riquísimo Henri, conde de Greffulhe, no pudo conquistar el amor de su marido, que la engañaba constantemente. La condesa olvidaba sus penas recolectando dinero para artistas, pintores y científicos, especialmente para el Instituto de Marie Curie.

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