Majestades,

Excmas. e Ilmas. Autoridades,

Queridos galardonados,

Señoras y señores:

Es para mí un privilegio y un honor dar las gracias y la bienvenida a Asturias a nuestros galardonados y también a todos los que, llegados desde muy diversas partes, nos acompañan esta tarde.

Quiero agradecer Vuestra presencia, Majestades, y recordar con afecto a la Princesa de Asturias, nuestra Presidenta de Honor. Asimismo, me gustaría dar las gracias a S.M. la Reina Doña Sofía, que un año más nos acompaña en esta ceremonia. Su presencia es para nosotros emotiva y muy grata, Señora. Sabéis bien, Majestades, que siempre hemos agradecido y valorado el decisivo apoyo y el impulso que recibimos de la Corona, que hoy de nuevo quiero destacar especialmente.

Nuestra Fundación, la Fundación Princesa de Asturias, trabaja todo el año con ilusión y con empeño para que esta sea una celebración auténtica, una ceremonia de la cultura y de la solidaridad, y para que los galardonados sean reconocidos y realzados como merecen.

Nuestro premiado de las Letras, Richard Ford, ha dejado dicho que la literatura sirve, entre otras cosas, para plantar semillas de optimismo y demostrar que la vida vale la pena. Este mensaje resume, muy acertadamente, la tarea de nuestra Fundación. Es una buena forma de decirlo: queremos que nuestro quehacer, al poner el foco sobre las mejores trayectorias profesionales y las iniciativas y proyectos más solidarios, sirva para dar una nueva ilusión a nuestra sociedad. Y porque sabemos que, ciertamente, en el mundo quedan muchas cosas por hacer, nos gustaría ser capaces de transmitir un sentimiento positivo y de confianza en el futuro. Esta visión esperanzada se basa en los ejemplos que nos proporcionan nuestros galardonados, en la esforzada y brillante forma en que trabajan por el progreso, el entendimiento y el bienestar de los seres humanos y que constituye un motivo de emulación y estímulo para todos nosotros.

Por estas, y muchas otras razones, nos sentimos agradecidos a todas las personas que nos ayudan y contribuyen, de una u otra forma, con los medios a su alcance, para que la Fundación se consolide y arraigue y siga acrecentando su prestigio. Nada nos estimula más que tener la certeza de que contamos con el apoyo de los asturianos y de todos los españoles. Nada nos agrada más que saber que nuestra tarea es reconocida por su contribución a la construcción de una cultura sólida. Y nada nos satisface más que abrir una ventana al mundo para que nuestros galardonados muestren su obra, sus ideas y sus proyectos de manera que todos podamos disfrutar y reflexionar sobre ellos.

Majestades,

La Fundación Princesa de Asturias ha mirado siempre hacia el futuro. Un futuro que deseamos que sea de esperanza, y en el que siempre nos acompañará la obra magnífica de los premiados. Como escribió Antonio Machado, "hoy es siempre todavía". Es cierto: hoy sigue presente en nosotros, todavía, aquel momento que nació, hace treinta y seis años, con un propósito de continuidad y de trascendencia; vive en el recuerdo, que aún hoy nos emociona, de aquel primer discurso que Vuestra Majestad pronunció entonces, en 1981, en el que expresaba ya su profunda y afectuosa relación con nuestra tierra; y vive en un deseo colectivo de un porvenir mejor. Y está presente en los galardonados que hoy nos acompañan y que, una edición más, hacen realidad los objetivos de nuestra Fundación. Al recordar nuestro pasado, hoy sabemos que queda, todavía, un largo y, estoy seguro, fructífero camino por recorrer.

Muchas gracias.