Un ambiente distendido y muchas preguntas. Las audiencias matinales a representantes de la sociedad asturiana son una tradición de la visita cada año de los Reyes a Asturias para la entrega de los Premios y una forma de estrechar sus ya muchos vínculos con el Principado. La primera de las que ofrecieron ayer fue a los distinguidos este año con las medallas de Asturias.

En el Salón de Consejos del hotel de la Reconquista esperaban trece personas, entre galardonados y familiares: José Oliú, presidente del Banco Sabadell, y Miquel Molins, de la Fundación de esta entidad financiera; Rafael Pedregal y su esposa, Pilar Denedo, de la asociación Aspace Asturias, dedicada a los paralíticos cerebrales; Maricruz Fernández, integrante de la cooperativa agraria Campoastur, y Marcelino González, director general de la misma; Francisca García e Isabel Castaño, de la cooperativa asistencial El Orrio, del Occidente asturiano; el pintor Alejandro Mieres, con su hija Lourdes Mieres; Esther Peláez y Efrén García, esposa e hijo del tinetense Laureano Víctor García, presidente de la Asociación de Amigos del Camino de Santiago Astur-Galaico, que no pudo acudir por enfermedad, todos ellos representando a entidades o trayectorias laureadas con la medalla de plata, y José Manuel Vaquero, ex consejero delegado de Prensa Ibérica y de LA NUEVA ESPAÑA y actual consejero del grupo, medalla de oro de Asturias.

El máximo interés que muestran los Reyes por todo fue lo que al final de la recepción, de unos veinticinco minutos, destacaron todos los asistentes. Felipe VI y Letizia Ortiz hicieron gala de simpatía y cordialidad. Preguntaron a cada premiado por la dificultad para desarrollar sus respectivas actividades y por la singularidad de las distintas profesiones. "Los Reyes siempre sorprenden. Parecen buena gente", aseguró con espontaneidad el pintor Alejandro Mieres, de 89 años. Era el más asediado al salir. Los monarcas se interesaron por si todavía pintaba. Especial curiosidad mostró doña Letizia, a la que no se le escapa ni un detalle y que no dejó de formularle cuestiones. "Vamos, que fue como si le hubiera hecho una entrevista", sintetizó entre risas la hija del artista, Lourdes Mieres. La Reina no olvida su condición de periodista. De hecho rememoró su paso como becaria por LA NUEVA ESPAÑA, donde dijo haberse sentido muy a gusto y haber aprendido mucho haciendo informaciones de todo tipo. Vaquero apuntó que ya en aquel momento el periódico fue consciente del gran talento de la hoy soberana de España y de que llegaría muy lejos, apreciación que fue celebrada con un gesto espontáneo de aprobación por parte del Rey.