Paco Loco grabó ochocientos discos con fidelidad a una filosofía de estudio y de forma de trabajar. Paco Martínez, "Paco Loco", estuvo en la escena asturiana desde muy joven con "Los Locos". Hace años que se instaló en El Puerto de Santa María (Cádiz) en su trabajo de técnico y productor. Por su estudio han pasado numerosos grupos y autores, desde Tim Armstrong a Nacho Vegas, "Doctor Explosion", Steve Wynn, Josh Rouse, "Lori Mayers", "Costa Brava" o "Australian Blonde"..., una larguísima lista que ha marcado el paso de la escena los últimos lustros. Ese mundo suyo del estudio, de la música, en fin, ha quedado plasmado en el libro "Loco. Cómo no llevar un estudio de grabación" (Hurtado & Ortega), publicado en pleno verano. El músico analiza un par de meses después de la publicación los resultados del libro ("funciona estupendo aquí y por el mundo", dice), y reflexiona sobre la música, su mundo de toda la vida, o casi:
"No hablaría de discos o épocas determinadas que me hayan satisfecho más que otras porque cuando se hace una actividad, luego viene otra; el estudio es una montaña rusa que unas veces va bien y otras mal; pero en realidad, todos los discos son importantes, todos son de la carrera; tópico, pero es así", dice el músico y productor que defiende muy razonadamente la cosa indie; es más, está muy de acuerdo cuando se le plantea si se considera un productor indie: "Pues sí, no reniego de ese término. Es una manera de sentir la música y la vida. Ahora bien, el indie para mí es una cosa y para otro, otra. Es lo alternativo, lo independiente, un movimiento musical importante; es como la cantera".
-¿Se deja de ser indie cuando venden cinco millones de discos, por dar una cifra?
"Es una manera de ser, de cómo tú mismo encaras la vida. Puedes ser indie aunque vendas mucho discos; es como el falso mito de que si eres pobre no puedes ser de derechas y si eres rico no puedes ser de izquierdas".
El libro surgió mientras Paco Loco escribía un en un blog: "Me llamó gente de Barcelona y me propusieron escribir un libro. Ellos me decían que escribiera algo de esto y lo otro, o que escogiera un tema para que tuviera conexión con algo. Poco a poco iba escribiendo, pero no tenía la sensación de escribir un libro".
Explica Paco en esta charla con LA NUEVA ESPAÑA que, "como técnico, lo que no se debe hacer es perderle el respeto al músico. Hay que tomarlo muy en serio; no llegando tarde, no faltando, ser un profesional: luego el talento o el poco talento" ya se juzga. Hay otra clave que da para conseguir calidad en la obra: "El intercambio de opiniones. Hablar. Es importante hablar y poner todo encima de la mesa. Son negociaciones: 'a mí me gusta esto; a ti, lo otro...'".
El libro incluye pasajes, momentos o vínculos, y se para en el origen: "Cuando diseñábamos el libro me parecía interesante evocar como empecé a grabar, y, por ejemplo, me parecía interesante decir que 'Los Amateurs' fue el primer grupo que grabé".
No aprecia gran diferencia entre productor o técnico, aunque da un matiz: "Hombre; en mi caso van unidos. Si tuviese que elegir me gustaría elegir productor, sentado en el sofá y diciendo lo que tienes que hacer; pero cuando estás de ingeniero de alguna manera estás produciendo también". Finalmente se le pide una mirada atrás, sobre el "Xixón Sound", movimiento que acogió en sus estudios: "Lo recuerdo con mucho cariño, una época muy divertida; pero de repente todo el mundo renegaba. Así que me dije: bueno, me quedo con la marca. Ahí hubo cantera, mantengo muchos amigos de la época, muy buenos recuerdos". Aquellos "eran muy buenos grupos".
