Llega el otoño y el gen SGR de los árboles se pone a trabajar a destajo. Un grupo de investigadores de la Universidad de Hokkaido, según reseña la revista "Quo", ha demostrado recientemente que es este gen (el que interviene en la degradación de la clorofila al codificar la enzima que extrae el magnesio de esa sustancia. Es, sin duda, un gen pintor: el de los mil colores del otoño.