Cuando creíamos que en la antesala de la Festividad de Todos los Santos ya no cabía nada más, pues son muchas las leyendas y tradiciones que se dan cita en ella, ahora van y se cuelan los "payasos diabólicos", una absurda derivación de Halloween.

La vuelta de tuerca a la víspera del 1 de noviembre vino de la mano del director de cine John Carpenter. Su película "La noche de Halloween" abrió la posibilidad de conjugar tradición y horror, y cambiar los difuntos por asesinos en serie.

Con él se abrió la caja de Pandora, de cuyo interior salieron a la calle vampiros, zombis, brujas terroríficas y un sinfín de disfraces a cual más lleno de ketchup y pieles de látex. A esta sala de cine sangriento se sumaron cintas como "It"; "Gacy, el payaso asesino", basada en la historia real de John Wayne Gacy, y "Clown", que le han dado aún más la vuelta a una fiesta que tiene sus orígenes en la cultura celta. La conocida Noche de Halloween refleja la fusión de elementos de las tradiciones celta y cristiana, y su estudio demuestra que su imagen sangrienta se debe exclusivamente al cine de terror.