Twitter no se encuentra en su mejor momento. El pasado jueves anunció un importante recorte en su plantilla y sus competidores crecen a un ritmo que la red social de microblogging no logra igualar, al menos por el momento. Con la posible compra de la compañía por parte de Disney o Google en punto muerto, Twitter se encuentra en un momento de recalibrado y apuesta por la tendencia del momento: los vídeos en directo.
Durante la presentación de los resultados económicos del tercer trimestre de 2016 Twitter mostró un crecimiento inferior al esperado y anunció el despido de 350 empleados. Un recorte que se suma a los 336 trabajadores que ya tuvieron que abandonar las oficinas de Twitter el año pasado. Le sobran empleados y le faltan progresos. Aunque el número de usuarios ha crecido un tímido 3 por ciento (en total suma 317 millones de usuarios activos al mes), su desarrollo no es comparable al de sus competidores. En un solo día alrededor de mil millones de usuarios utilizan Facebook, 300 millones entran en Instagram y 150 millones de personas hacen uso de Snapchat. Con semejantes datos, Twitter ha buscado inspiración en su competencia.
En los últimos meses ha incluido las publicaciones que desaparecen en 24 horas (los llamados "Momentos") y ha complacido a quienes pedían más espacio para "tuitear" dejando de contabilizar fotos y vídeos en sus 140 caracteres (ahora trabaja en hacer los mismo con las menciones). Sin embargo, su intento de alzar el vuelo gira en torno a dos ejes. En primer lugar, Twitter apuesta por la retransmisión en directo de grandes eventos deportivos, culturales o políticos. El éxito de la emisión del fútbol americano y los debates presidenciales en Estados Unidos refuerzan la intención de la compañía por seguir esta tendencia que llevan a cabo con éxito otras empresas como Facebook o Youtube. En segundo lugar, Twitter trabaja en personalizar al máximo el contenido que vemos al entrar en la red social desarrollando un sistema parecido al algoritmo de Facebook. Aunque no facilita datos, la empresa admite que estas maniobras están aumentando el número de usuarios al día. Refuerza por tanto Periscope, su canal de vídeo en directo, pero cierra Vine, su red social de "microvídeos".
El cierre de Vine ha cogido por sorpresa a muchos usuarios. La red de vídeos cortos (de hasta 6 segundos) ha pasado de ser la de mayor crecimiento en 2013 a su cierre tres años después. Aunque la aplicación dejará de funcionar en los próximos meses, la web se mantendrá abierta para no perder el material generado durante estos años. Vine parece no encajar en el nuevo rumbo que ha tomado Twitter. La compañía prefiere centrar sus esfuerzos y recursos en un solo camino para lograr ser rentable.
Otra compañía a la que tampoco le salen las cuentas es Apple. La semana pasada también presentó sus resultados trimestrales y la empresa registró recortes tanto en gastos como en ingresos. Las ventas del iPhone caen un 13 por ciento con respecto al año pasado. Unas cifras alarmantes si tenemos en cuenta que la venta de terminales reporta el 60 por ciento de los ingresos de la compañía.
