El maestro Yaron Traub es director titular de la orquesta de Valencia desde el 2005, y estará en Oviedo durante esta semana ensayando con la orquesta Oviedo Filarmonía el segundo de los conciertos pertenecientes a las Jornadas de Piano Luis G. Iberni que tendrá lugar el viernes en el Auditorio Príncipe Felipe. El programa elegido está formado por una obra de estreno, titulada "proyecciones sinfónicas" y escrita por el jovencísimo Gabriel Ordás, le sigue el Concierto para piano nº 5 de Beethoven que contará con la pianista rusa Varvara como solista, y finalmente Traub y la Oviedo Filarmonía interpretarán la Sinfonía nº 4 de Tchaikovsky.
Lleva años trabajando intensamente en España, participando en las temporadas de las orquesta sinfónicas de Bilbao, Sevilla, Barcelona, RTVE, Tenerife, La Coruña, Gran Canaria y la OSPA, pero es la primera vez que dirigirá la Oviedo Filarmonía. Reconoce que su mayor inspiración en el campo de la dirección musical ha sido el emblemático Sergiu Celebidache.
-¿Cómo llega usted a establecerse definitivamente en España?
-Llegué a España como un director invitado, como suele pasar, y pude dirigir muchas de las orquestas españolas, pero cuando entré en contacto con la orquesta de Valencia se creó una afinidad especial. Los propios músicos me invitaron a navegar, en nuestro tiempo libre, en el barco que tenía uno de los contrabajistas de la formación. Algo que nunca antes me había pasado porque la profesión del director es un poco solitaria. Nosotros llegamos a los ensayos, hacemos el concierto, y nos volvemos a ir. A los dos años esta orquesta buscaba un nuevo titular, me eligieron a mí, y desde hace casi 12 años sigo allí. Sé que es mucho tiempo y no es lo habitual, pero estamos trabajando duramente, desarrollando una importante labor educativa de la que estoy muy orgulloso.
-¿Qué opinión te merece la política cultural de España respecto a las orquestas sinfónicas en comparación con otros países en los que ha trabajado?
-Lo que más me disgusta es que en España no valoramos suficientemente la producción propia. Por poner un ejemplo, nosotros importamos y subvencionamos con fondos públicos giras de orquestas de otros países. Esto no existe en ningún otro país. El esfuerzo más importante en el que debería invertirse el dinero público es en la producción propia, bien en las orquestas, los teatros, la educación? Quiero pensar que esta situación está cambiando y que las orquestas de otros países vengan, pero que lo hagan a través de patrocinios privados, no usando el dinero de todos los ciudadanos. Parece algo heredado, ya que estas prácticas vienen desde la Transición, cuando había escasez en el panorama musical español, pero hoy en día la situación es muy distinta porque hay un nivel muy alto aquí.
-Celebidache ha sido una inspiración para usted, ¿Cree que el legado de los directores más emblemáticos del siglo XX se ha perdido?
-Creo que perdura, pero no siempre se lleva a la práctica correctamente. Las grabaciones de video condicionado enormemente a los directores más jóvenes. En vez de sentarse delante de la partitura, desarrollar su propio criterio sobre cómo debe sonar la música y tomar sus propias decisiones, se preocupan más por el factor visual, o por imitar a uno de esos personajes. Es la partitura la que debe condicionar el gesto del director, nunca al contrario.
-La primera de las obras del programa es un estreno ¿qué nos puede adelantar?
-Me parece una obra muy interesante. El tratamiento de la orquesta es realmente bueno porque explora mucho el color de la orquesta, y concede a la sección de viento varias partes solísticas. Tiene una introducción y después una parte más viva, y se merece una buena ejecución por nuestra parte.
-¿Es esta su segunda visita a Asturias, cómo van los ensayos?
-SÍ, anteriormente estuve dirigiendo la OSPA, y fue una experiencia muy buena.Con Oviedo Filarmonía es mi primera vez, sabía que es una orquesta que suele tocar ópera, zarzuela, música sinfónica? pero no sabía qué esperar, y me he llevado una grata sorpresa, los músicos están muy preparados y entienden rápidamente las ideas que les he propuesto. Estoy muy contento, creo que ofreceremos un buen concierto todos juntos.
