Llevar los libros en una mochila es más dañino para la espalda de los escolares que llevarlos en un carrito. Ésta es la principal conclusión de un estudio elaborado por la Universidad de Granada tras un completo seguimiento de 78 escolares granadinos de entre 6 y 12 años, de los que 43 eran niñas y 35 niños. Tras colocar distintos marcadores en los niños examinados encontraron datos "alarmantes", como que el 47% de los escolares soportaba un peso mayor al recomendado. En el caso de las niñas constataron que el 43% de ellas soportaba una carga que era un 20% superior a su peso. Y se recomienda que la carga oscile entre el 10 y el 15%.
Pese a ello, el sobrepeso parece la norma. Por ejemplo, en Asturias, un alumno de tercero de Primaria, que pesa poco más de 26 kilos con 8 años, tiene que soportar sobre su espalda libros, libretas y estuche que pueden llegar a rondar los 6 kilos. El límite estaría en menos de 4 kilos.
Los científicos adscritos al Instituto Mixto Universitario Deporte y Salud de Granada también estaban interesados en saber qué percepción tenían los escolares sobre sus carritos y mochilas. El 97% de los que usan mochila respondía que "siempre o casi siempre" parecía muy pesada. Ese porcentaje se reducía al 87% cuando se trataba de portadores de carritos. De éstos últimos, el 75% confesaba sentirse cansado, un porcentaje que se elevaba al 85,7% en el caso de los usuarios de mochila. Esto se traducía también en una mayor incidencia del dolor de espalda entre los que llevaban mochila.
En el colegio Celestino Montoto de Pola de Siero hay partidarios de una y de otra forma de transporte de los libros. Guillermo Pérez Nachón, de 10 años y que cursa quinto de Primaria, es partidario de la mochila al hombro. "Aunque pesa algo, traerla en el carrito es muy incómodo, porque cuando llegas al colegio hay muchos bordillos y muchas escaleras; todo eso se evita". Para los partidarios de la mochila sobre ruedas, pese a que tienen que subirla por las escaleras al llegar al colegio, compensa venir descansado el largo tramo que va de casa al centro educativo. "Yo la traigo en el carrito y me arreglo muy bien", dice Iyán Menéndez, también de 10 años.
Es lo que le pasa a la piloñesa Lucía Calvo Fernández, que cursa sexto en el colegio público de Infiesto. Prefiere llevar carrito y así aligerar el peso que soporta su espalda diariamente. El problema es que para muchos resulta un engorro tener que acabar tirando por el carrito y la mochila, por ejemplo, a la hora de subir unas escaleras. Así que aunque sea la opción más recomendable para su salud, optan por cargarla sobre sus espaldas.
