La escritora y catedrática naveta Marta Portal falleció 16 días después de haber cumplido 86 años. Se fue en verano y muy discretamente, pues aunque la ganadora del premio "Planeta" en 1966 murió ya el 26 de agosto, la noticia no se empezó a conocer en Nava hasta hace unos días. Llevaba un tiempo enferma y la sordera que padecía también se había acuciado. Estaba soltera y no tuvo descendencia.

Marta Portal fue enterrada en la más estricta intimidad en el cementerio de Majadahonda (Madrid). Por lo que muchos navetos empiezan a sorprenderse ahora con la defunción de una de sus paisanas más ilustres, que da nombre a la casa de cultura de la localidad. La discreción con la que la familia ha llevado el fallecimiento de la escritora ha sido tal, que ni siquiera se distribuyó esquela ni hubo menciones de su deceso.

Aunque llevaba muchos años fuera de su localidad natal, Marta Portal era una mujer muy querida en Nava y ella siempre fue muy generosa con sus paisanos. La prueba es que donó sus fondos bibliográficos personales a la biblioteca municipal. Ahora Nava le quiere rendirle tributo.

El gobierno local está preparando un homenaje póstumo para prolongar en el recuerdo colectivo a esta naveta ilustre. "Estamos viendo fechas e ideas", apunta la edil de Cultura, Desireé Carrio. "Fue un referente cultural para el pueblo y de hecho da nombre a la casa de cultura", destacó.

El Círculo "Amigos de Nava" también quiere reconocer la relevancia de Marta Portal. Su presidente, Alejandro Calleja, confiesa que se enteraron de la luctuosa noticia gracias a un miembro de la directiva en la última reunión. Pero, también, un poco por casualidad y casi tres meses después. "Estamos pensando en hacer algún tipo de homenaje", apunta Calleja, pues quieren sumarse a la iniciativa institucional que liderará el consistorio. Barajan ideas como organizar algún acto o jornadas literarias, coincidiendo con el Día del Libro, en su memoria. Pero quieren que tengan continuidad en el tiempo y que logren implicar a los jóvenes.

"A pesar de no vivir en Nava, siempre nos tuvo muy en cuenta, como demuestra el que donara su biblioteca personal", apunta Calleja. Y sus paisanos le valoran este gesto a una mujer que además de destacar por su buena pluma lo hizo por su belleza y elegancia, de la que hizo gala, incluso, hasta en los últimos años de su vida. Supo envejecer sin perder el atractivo de dama hermosa. Optó por la soltería, pues nunca se llegó a casar, y tampoco tuvo hijos.

Marta Portal mantenía el amor por su tierra. En una de sus visitas, en 2011, visitó la casa de cultura para sumar a los fondos bibliográficos que en su día cedió, de unos 3.000 volúmenes, una obra conmemorativa de los 50 años del premio "Planeta". Entonces comentó a LA NUEVA ESPAÑA: "Siempre llevo a Nava en mi pensamiento porque las primeras letras y palabras que yo engarcé con un lápiz fueron en una escuela que había junto a la plaza Manuel Uría".

En el depósito donado por la escritora naveta a la biblioteca local abundan obras de ensayo y de literatura hispanoamericana, muchas de ellas de temática indigenista. Algunos volúmenes no se encuentran en casi ninguna biblioteca pública del país, por lo que reciben solicitudes de préstamo de lectores de otras provincias. También entregó a la casa de cultura el diploma que en 1973 la acreditó como miembro titular del Instituto de Cultura Hispánica y el reconocimiento del Centro Cultural Italiano con motivo del Año Internacional de la Mujer en 1975.

Recibió el prestigioso galardón literario, el premio "Planeta", en 1966, con su primera novela, "A tientas y a ciegas". Era catedrática de Literatura y profesora en la facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense de Madrid, además de especialista en el autor mexicano Juan Rulfo. Fue "Asturiana del año" en 1966 y la primera mujer que habló en público en la catedral de Mallorca, en el pregón de Semana Santa.