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VIAJES

Philly, la cuna de una nación

La culta capital de Pensilvania, la "ciudad del amor", conserva el edificio en el que se firmó la Declaración de Independencia de EE UU y otros monumentos de la época

Philly, la cuna de una nación

Los Estados Unidos (EE UU) de Norteamérica nacieron en Filadelfia, en el "Independence Hall", edificio de ladrillo rojo en el que el 4 de julio de 1776 se firmó la Declaración de Independencia del país y que hoy supone el principal atractivo turístico de la capital de Pensilvania, junto a la campana "Liberty Bell", símbolo de la libertad y la democracia. Todo está en el Parque Nacional Histórico de la Independencia, creado en 1948 para proteger los monumentos de un periodo que enorgullece a la ciudad y que atrae todos los años a cientos de miles de visitantes. No es casualidad que Hillary Clinton escogiera este escenario para cerrar la campaña de unas elecciones que querrá olvidar cuanto antes.

A Filadelfia se puede llegar en un avión directo desde Madrid o volando primero hasta Nueva York, para cubrir en autobús o en tren los 160 kilómetros que separan ambas ciudades. El ferrocarril es algo más caro, pero también más rápido.

Una vez en la capital de Pensilvania, conocida popularmente como Philly, la primera visita obligada es, precisamente, el parque histórico. Además del edificio de la independencia y de la campana de la libertad, ante la que suelen formarse grandes colas de turistas, en sus inmediaciones se levantan algunos de los primeros edificios oficiales del gobierno de EE UU, entre ellos sus dos bancos pioneros. El paseo continua por la Benjamín Franklin Court, el solar en el que vivió este padre de la patria.

Otra de las etapas imprescindibles del viaje a los orígenes estadounidenses es la casa-museo de Betsy Ross, la mujer que, en 1777, cosió su primera bandera. Muy cerca está la deliciosa Elfreth's Alley, la calle residencial más antigua del país. Y es que Filadelfia es una ciudad de contrastes, en la que se combinan los grandes y modernos rascacielos con edificios de época que se levantaron en calles por las que da gusto pasear. En una de ellas, Delancey Place, está el Museo Rosembach, que atesora una magnífica colección bibliográfica con primeras ediciones de obras de autores como Joyce

Además de por su relevancia histórica para la fundación de Estados Unidos, "Philly" es reconocida también como uno de los grandes centros culturales del país y como escenario de cine. Desde el clásico "Historias de Filadelfia" hasta la más reciente "Philadelphia", por la que Tom Hanks recibió el "Oscar" al mejor actor. El largo tramo de escalones que lleva hasta la entrada del Museo de Arte, inaugurado en 1877 y que ahora presenta una interesante exposición de arte mexicano, ha quedado inmortalizado por la película Rocky. Y es que en esa escalinata entrenaba el boxeador que interpretó Silvester Stallone. Una estatua del púgil lo recuerda. Por cierto, quien acuda ahora a la ciudad, y tenga la oportunidad, no debe dejar de acudir a una proyección de cine clásico de "The Secret cinema", proyecto de Jay Schwartz y de su esposa, la gijonesa Silvia Hortelano.

La oferta culinaria de Filadelfia es muy variada, con representación de cocinas de medio mundo. Están de moda el restaurante Zahav y sus especialidades israelíes. En el Víctor Cafe, inaugurado en 1918, sirven una excelente pasta italiana y cuenta con la particularidad de que los camareros son alumnos de canto e interpretan pasajes de ópera mientras trabajan. Hay que reservar. El Vernick Food and Drink, para los que gusten de un ambiente "cool". Y si se quiere disfrutar de un buen "brunch", el que sirven en el Talula's Garden es recomendable. Tampoco hay que dejar de probar la especialidad local, el "cheesesteak". Es un sándwich de pequeñas tiras de carne y queso fundido que está disponible en el Reading Terminal Market (12th Street), mercado cubierto de comida casera en el que las mujeres amish venden sabrosas tortitas. En el puesto del Old City Coffee sirven un magnífico café. Reading es un buen lugar para coger fuerzas antes de acercarse, por ejemplo, a la antigua cárcel, la Eastern State Penitentiary, donde estuvo preso Al Capone, o al Ayuntamiento, que, con sus imponentes 165 metros, tuvo el honor de ser el edificio más alto del mundo hasta 1909. A un paso está la escultura "Love", de Robert Indiana, otro de los grandes símbolos de "la ciudad del amor fraternal", que eso es lo que significa, en griego, Filadelfia.

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