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Los olores navetos de Marta Portal

La escritora, periodista y profesora recogió en su obra el aroma a manzanas y cerezas de su niñez en La Plazuela, su primer amigo de la infancia en Castañera, la fuente los Caños y el horror de los bombardeos de la Guerra Civil

Una entrevista que realizó a Camilo José Cela

A Marta Portal se le olvidaron muchas cosas -demasiadas- en la etapa final de su vida, pero seguro que nunca la abandonaron los olores a "manzanas y cerezas" de su infancia en Nava. Esos mismos olores que evocó en el entrañable pregón que pronunció en la edición del Festival de la Sidra de 1991, emocionante y bello canto a nuestra sidra y a nuestra tierra. Olores que retrotraen a La Plazuela y a la Castañera de los años treinta del pasado siglo y que también aparecen en algunos de sus relatos, cuando rememora el agua fresca que "corría, triscando en los peñascos", bajo un "puente de dos arcos"; a "un niño...se llamaba Obdulio" con el que compartió sus primeros juegos entre las bombas de la Guerra Civil, o aquellas primeras letras que "engarzó con un lápiz" en "una escuela que había junto a la plaza de Manuel Uría", la escuela de Cruza.

Marta Portal, que falleció el pasado agosto en Madrid, había nacido en Nava un caluroso 10 de agosto de 1930. Hizo el Bachillerato en Gijón e inició unos estudios de perito que no terminó. Muy pronto se fue a vivir a Madrid, donde su padre, Arsenio, regentó durante años la emblemática Sidrería Portal, en pleno centro de la capital, a un paso de El Retiro. Tras ingresar en el Cuerpo Oficial de Intérpretes e Informadores del Ministerio de Turismo, fue destinada a Palma de Mallorca. Siendo una auténtica desconocida, ganó por sorpresa el premio "Planeta" de 1966 con la obra "A tientas y a ciegas". LA NUEVA ESPAÑA la distinguió entonces con el premio "Asturiana del año" en la categoría de novela. Fue el punto de partida para una intensa actividad literaria, y también periodística, que incluye, entre otras obras, las novelas cortas "El malmuerto" y "La enmatada", "A ras de las sombras" o La veintena". Tras esta obra, Eduardo Mendicutti escribió que la autora naveta, ya consagrada, "posee el importante extraño don de calar en el alma de sus criaturas con las palabras precisas y el tono justo". "Un espacio erótico", "Pago de traición" y "El Ángel Caído" son otras de sus novelas.

Siendo estudiante de Periodismo, logra en 1968 una beca de la Fundación Juan March para desplazarse a Colombia y redactar un estudio histórico-filológico que vería la luz en 1970 bajo el título "El maíz: grano sagrado de América". Arrancaba entonces una estrecha relación con Hispanoamérica que ha marcado su notable obra ensayística. En 1970 estuvo en México para estudiar la novela del tiempo de la Revolución. Su tesis doctoral en Ciencias de la Información se centró, precisamente, en los procesos comunicativos en la narrativa de Juan Rulfo, de cuya obra, como de la de otros grandes maestros de las letras hispanoamericanas, era una gran especialista. No en vano fue directora, entre 1974 y 1976, del aula de literatura hispanoamericana del Ateneo de Madrid y ostentó la presidencia de la Asociación Cultural Hispano-Mexicana.

Escribió crítica literaria sobre Albert Camus, Miguel Delibes, Pessoa. Vargas Llosa o Lessing, y es autora de las monografías "Proceso narrativo de la Revolución Mexicana", "Análisis semiológico de Pedro Páramo" y "Rulfo: dinámica de la violencia".

Portal, casada con el militar Miguel Cadenas, del que enviudó, y sin hijos, fue capaz de compaginar su actividad literaria y periodística con la docencia. Profesora de Lengua y Literatura en la Universidad Complutense de Madrid durante 25 años, estaba en posesión de la medalla de esa institución académica. También desarrolló la naveta una intensa labor periodística. Fue columnista de "ABC", "Ya", "La Estafeta Literaria", "El Alcázar", "Crítica" y "Reseña". Además, estaba considerada una excelente entrevistadora, como prueban las realizadas, entre otros, a Camilo José Cela, Robert Graves, Adolfo Marsillach, Carlos Fuente o Alberto Moravia. Sus artículos fueron distribuidos por un total de 66 publicaciones, editadas en la mayor parte de provincias españolas, así como en Hispanoamérica, donde escribió vibrantes crónicas de actualidad, y en Suiza, en este último caso con los textos traducidos al francés.

Carlos González Alonso, autor de una tesis doctoral sobre "El periodismo de Marta Portal", apunta que la naveta se inicia en este campo poco después de ganar el premio "Planeta", en 1968, para dejarlo en 1990. "La literatura y el periodismo tienen en Marta Portal una causa común: la necesidad de interrogar, la pregunta latente dirigida al lector; una interpelación por sus razones existenciales y sentido trascendente. Utiliza la herramienta del lenguaje, tanto literaria como periodísticamente, con las diferencias que comportan, bajo la misma finalidad: hacer pensar. Une con su pluma literatura y periodismo", concluye el análisis de González Alonso. Según sus cálculos, publicó 1.245 artículos , derivados de los 733 escritos en el periodo de referencia.

Portal estrechó los lazos con Nava a partir de los años noventa. En 1991 regreso a su tierra para pronunciar el emocionante "Canto a la Sidra" que sirvió para pregonar el Festival. Fue un buen momento para repasar las numerosas referencias a Nava que hay en su obra. En "Pago de traición", de 1983, describe así su recuerdo sobre la emblemática fuente los Caños de Dominganes. Carabia, donde se desarrolla la acción, no deja de ser un trasunto de la villa sidrera: "Saltan sobre sendas piletas aconchadas, los tres chorros de una fuente, surtiendo de un muro alto, lúgubre de pátina y yedra. Se me repentiza su nombre en la memoria: la fuente los caños, y con el nombre el antiguo prestigio, la bondad de este agua que merecía venir a recogerse al extremo del pueblo". Y así evoca su experiencia infantil de guerra, de Guerra Civil. "Hubo mañanas de brusco despertar. Unos brazos desmesurados la arrancan de las sábanas, la arrastran al exterior. Tal vez una mañana queda desparramada en el suelo. Unos pájaros grises sobre el límpido cielo azul lanzan ráfagas de fuego a las casas, a los hombres, a los ganados. A la niña la entierran en una vara de hierba. Miles de alfilerazos la pinchan. Un vaho ardiente la oprime, el abrazo del heno seco la ahoga. La sacan desmayada del refugio cuando los buitres han desaparecido".

El 24 de febrero de 1994, Marta Portal recibe emocionada el título de "Hija predilecta de Nava". Fue un día tan especial para ella como el 23 de abril de 2001, cuando se inauguró la Casa de Cultura municipal que lleva su nombre y a la que donó una biblioteca personal de más de 3.000 volúmenes. Está considerada una de las mayores colecciones especializada en literatura hispanoamericana del mundo.

Ya con algunos achaques propios de la edad, la escritora todavía regresó a Nava alguna vez más, disfrutando especialmente de sus encuentros con los escolares del concejo. Sin embargo, su estado de salud fue empeorando en los últimos tiempos y el pasado 26 de agosto fallecía en Madrid. Marta -la niña de la guerra en Castañera, la escritora de éxito, la periodista sagaz, la ensayista rigurosa- descansa para siempre, junto a su hermano Rodolfo, en el cementerio madrileño de Majadahonda. Nava, la del aroma a manzana y cereza, jamás la olvidará.

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