De niña, Henar Ortiz “devoraba libros, era de las que me metía en la cama con linterna para apurar la lectura y que no me pillaran después de la orden de irse a dormir”. Aquella lectora incansable ha cambiado la linterna por la pluma para escribir “Diminutos cuentos”, microrrelatos infantiles que verán la luz próximamente, bellamente ilustrados por Abraham Menéndez y editados por Trabe. Diseñadora, pintora y decoradora, la tía de la Reina Letizia e hija de la periodista Menchu Álvarez del Valle, Ortiz (Oviedo, 1956) presentará su obra en Madrid el día 24 y el 19 de diciembre lo hará en el Club Prensa Asturiana de LA NUEVA ESPAÑA.

¿Cuál es el secreto de un buen microrrelato? “De mano, que sea corto (ríe). Que tenga calidad. Y la calidad la deciden los lectores”. ¿Y cómo se consigue interesar a un lector joven? “Puedo contestar como lectora y de mis recuerdos de lo que leía. Sobre todo, imaginación. La mía era desbordante y necesitaba alimentarla”.

Es inevitable pensar que su libro se verá amenazado por los prejuicios de alguna gente. ¿Los teme? “En absoluto”.

Parada a fondo en las emociones: hay un relato dedicado a su hermana Cristina, fallecida en 2001. “El librín está dedicado a ella. Admito que escribiéndolo, y aun leyéndolo, me emociono. Supongo que me moriré intentando aprender a vivir sin ella. La quiero mucho. La sensación de atemporalidad es brutal. Falleció en 2001 y aún me parece que fue hace un cuarto de hora. En el cuento hay un torbellino de emociones desparramadas. ¿Quieres ver una foto en la que salimos las dos de niñas? Cristina tendría en ella dos añinos, y yo dos más... Así que es de 1960... ¡Acabo de encaramarme a los 60! ¡Qué vértigo! Cristina lo tenía todo guapo. Hasta la voz. Tenía un registro parecido al de Ella Fitzgerald. Impresionante. Yo le decía que era negra, jaja. Se estremecía con el flamenco. Maravillosa”.

La ONG asturiana Pájaro Azul se lleva los posibles beneficios por las ventas: “No aspiro a que sea un best-seller, pero ojalá se vendan muchos ejemplares. Sólo por las ilustraciones ya merece la pena adquirirlo”.

¿Qué cuento les leería a las princesas Leonor y Sofía? “A todas mis sobrinas nietas les leería ‘Cristina’, si te refieres a uno de los de ‘Diminutos cuentos’. Bueno, se los leería todos, ¡son realmente diminutos! Si te refieres a otros autores, sin duda, ‘El Principito’”. Por cierto, ¿existen los príncipes azules? “Yo creo que existen de todos los colores”.

¿Algún escritor como modelo a la hora de escribir? “Me encantaban los libros de Richmal Crompton (el autor de ‘Guillermo’), Enid Blyton, Rudyard Kipling, Verne...” Sus cuentos le “salieron, sin más. No hay actitud pretenciosa, es que hice letra de las emociones. Pero ni soy ni me considero una escritora profesional”.

¿Sus cuentos tienen moraleja o deja que el niño la saque por su cuenta? “Lo cierto es que creo que son cuentos para todas las edades. Ya veremos si gustan. Las conclusiones o sensaciones que genere cada cuento pueden ser variopintas”.

Su madre, Menchu Álvarez del Valle, siempre la animó a escribir. Y ahora los diminutos cuentos de su hija se hacen grandes ante sus ojos: “Me dijo que acarician el alma”.

Dos historias

GerardoGerardo, el cangrejo, estaba fascinado observando a una cigüeña. Él no sabía que aquello era una cigüeña. Ni siquiera sabía que él era un cangrejo.Gerardo

Andrea