Los españoles vinos pasar 2016 en balde, yendo y viniendo a las urnas, dejando que fueran los vecinos los que eligen al alcalde mientras es el alcalde el que quiere que sean los vecinos el alcalde. Mientras, el mundo civilizado seguía girando y ganándose el futuro. La revista "Scientific American" se ha puesto a recopilar los frutos de ese avance y le han salido diez líneas de investigación que prometen cambiar el mundo, lo mismo que la web o los teléfonos móviles lo han hecho ya. Este es un adelante de estos diez descubrimientos en ciernes que transformarán a la humanidad:

Uno. Baterías con células electroquímicas que podrían aspirar las emisiones de carbono a la atmósfera y convertirlas en electricidad.

Dos. Nuevos antibióticos. Un nuevo método para diseñar compuestos que acaben con las superbacterias resistentes a los fármacos, que ya son un auténtico problema. Sólo en los Estados Unidos, dice Scientific American, mueren más de 23.000 personas al año por infecciones que los antibióticos ya no pueden curar. El Reino Unido calculó que para 2050 la resistencia a los antibióticos causará 10 millones de muertes anuales.

Tres. Satélites cuánticos que permitirían un Internet superseguro, la gran preocupación actual de millones de usuarios, incluidos gobiernos y corporaciones. La criptografía cuántica crea una red impenetrable a los ataques de los hackers.

Cuatro. Robots cirujanos ingeribles y teledirigidos. Se tragan y ellos operan el cuerpo desde dentro.

Cinco. Software de aprendizaje automático para detectar, mediante escaneos vía satélite, las zonas de pobreza oculta. Naciones Unidas se ha fijado para 2030 eliminar la pobreza extrema. El primer paso, localizar estas áreas, ha resultado especialmente difícil. La búsqueda por satélite puede ser la solución para ayudar a estas poblaciones remotas necesitadas.

Seis. Nuevo tejido nanoporoso que refrescaría a sus usuarios. Ya no se necesitaría aire acondicionado, cuyo uso causa una emisión de más de 100 millones de toneladas métricas de dióxido de carbono al año.

Siete. El antivirus total. Una mutación genética que se da en el gen ISG15 podría inspirar el primer fármaco que lucharía contra todos los virus. Esta mutación, que aparece en menos de una persona de cada 10 millones, hace a su portador más resistente a la mayoría de los virus. En la Icahn School of Medicine de Mount Sinai ya están trabajando en ello.

Ocho. Computadores que reconocen los patrones mejor que los seres humanos. Un nuevo camino, por ejemplo, hacia la traducción simultánea automatizada.

Nueve. Test diagnósticos baratos y rápidos, sin necesidad de esperar por análisis de sangre, podrían salvar muchas vidas en lugares remotos y empobrecidos, para tomar decisiones rápidas en caso de epidemias.

Diez. Supermoléculas que pueden producir materiales que hasta ahora no permitía la tabla periódica. El límite, la imaginación.