La calida voz de Leonard Cohen recibía al público que llenaría las butacas del Jovellanos mientras, a las puertas del teatro, jurados, cineastas y representantes políticos pasaban por el photocall. Hasta allí se vio arrastrado, incluso, Jorge "Ilegal" Martínez, que se prestó a los objetivos con paciencia y buena cara. "Empieza el baile", afirmaba Nacho Carballo, el director del festival, mientras de multiplicaba para ejercer de anfitrión y atender a los numerosos medios acreditados.

Tras el paso obligado por la alfombra roja, el escenario del teatro reclamó la atención. El sonido enlatado dio paso a la música en directo, "Knockin` on Heaven`s Door", y la pantalla se iluminó con un vídeo que recordaba las vivencias de la edición anterior, trazando el vínculo con este 54 FICX. Al final, Toni Garrido colonizó el escenario y, tras la ineludible alusión a Donald Trump, lanzó dos o tres cargas de profundidad: "La alcaldesa no está, me dicen que está en los Cines Centro. Y Vicente Domínguez en la Cineteca". Risas, aplausos y, como colofón, un chascarrillo sobre la presencia de políticos casquistas "hasta completar aForo".

El ministerio de Defensa, Trump de nuevo, el neurólogo de Villa... Garrido hilaba temas con sentido y buen humor hasta culminar con un sentido homenaje a Leonard Cohen, de nuevo, y a todos aquellos que hacen posible el FICX. Luego llegarían los discursos, pero el presentador ya había puesto la primera, y poderosa piedra, a esta edición.

El colofón a la inauguración es la proyección de "Layla M", la película de Mijke de Jong centrada en una joven holandesa de raíces marroquíes que entra en contacto con el entorno del islamismo radical. Un filme que tuvo una buena acogida en el pase de prensa y acreditados, y del que su directora afirma que no se trata tanto de un retrato de esos entornos radicalizados como de la historia de "una joven radical que trata de encontrar su personalidad".