La de ayer fue la primera jornada de deshielo tras años de controversia y mal rollo educativo. Se celebraba la conferencia sectorial, con el ministro Ínigo Méndez de Vigo presidiendo y todos los consejeros del ramo, incluido el asturiano Genaro Alonso, a su alrededor.

Había expectativas positivas, pero la realidad esta vez superó a lo esperado. En una palabra, el Gobierno comienza a desmontar su ley educativa, la LOMCE, renuncia a las "reválidas" y resucita la selectividad tal y como la conocíamos en los últimos años. El consejero de Educación del Principado, Genaro Alonso, salió de la reunión poco menos que eufórico: "ha sido un éxito sin precedentes", dijo.

El ministro anunció que la prueba de acceso a la Universidad será igual a la actual selectividad, con materia de cuatro asignaturas troncales y dos opcionales, que se superará con nota media de 4 y centrada en lo aprendido por el alumno en el segundo curso de Bachillerato (otra novedad ya que la ley obligaba a examinarse de los dos cursos de Bachillerato), mientras que las "reválidas" de sexto de Primaria y cuarto de ESO pierden su condición obligatoria general "y serán pruebas muestrales y de diagnóstico", tal como explicó el consejero asturiano.

Otro talante

"Esto supone la erradicación de las reválidas tal y como estaban concebidas", añadió. "Hemos visto otro talante y también nosotros hemos sido flexibles y comprensivos. Esto es el preludio de una nueva etapa que debe conducir al pacto por la educación".

La reunión de la Sectorial ha durado apenas hora y media. El ministro fue escueto y anunció la preparación de un borrador del proyecto de real decreto que modificará la ley educativa en vigencia. El real decreto tiene que ser aprobado en el Consejo de Ministros y más tarde convalidado en el Parlamento.

Con la unanimidad de criterios que se vio ayer en la conferencia sectorial todo hace indicar que el trámite parlamentario de reforma será plácido. Y además inminente, en un plazo de treinta días.

"Es un buen paso, con pasos pequeños se consiguen objetivos grandes", señaló el ministro Méndez de Vigo en rueda de prensa posterior a la reunión. El ministro vio a los consejeros autonómicos "muy comprometidos y con ganas de lograrlos". El ministro afirmó que "sigo creyendo en la evaluación".

Fuentes del Ministerio de Educación explicaron que la evaluación de sexto de Primaria servirá para comprobar la buena salud del sistema, y dejaron abierta la puerta a que este "examen" sea censal (es decir, para todos los estudiantes), siempre y cuando así lo decida la comunidad autónoma competente.

En realidad, tal y como queda planteada esa prueba ahora coincide en buena medida con la evaluación de diagnóstico en Primaria que algunas comunidades, entre ellas Asturias, ya realiza desde hace años.

Lo mismo ocurrirá a partir de ahora con la evaluación de la ESO, que ya había perdido sus efectos académicos y que será muestral. En nada afectará al alumno, saque la nota que saque.

Título único

Otro de los caballos de batalla de las comunidades que se oponían a la LOMCE era conseguir un título único de la ESO, sin ese doble itinerario que contemplaba la ley. "Hemos pedido que el título sea único, sin apellidos, hasta que se logre ese pacto de estado", explicó el consejero asturiano Genaro Alonso.

Los alumnos de FP básica tampoco necesitarán realizar la prueba de ESO para conseguir el título de Secundaria, sino que el profesorado considerará si reúnen las condiciones para ello.

El ministro mencionó la subcomisión parlamentaria que se constituirá en el Congreso en busca del pacto nacional y que comenzará a trabajar pasado mañana, día en que está prevista su propia comparecencia en la Cámara.

Cataluña y el País Vasco manifestaron un apoyo crítico al acuerdo por cuestiones competenciales. El ministro prometió diálogo "tranquilo" con ambas comunidades.