Fiesta, pirotecnia, himno, música y un monumento subido 'al tombe' se concentraron ayer junto a las Torres de Serranos, el lugar de la 'crida' para celebrar que las Fallas ya son Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, el mayor reconocimiento que otorga la Unesco a los eventos lúdicos y culturales de todo el mundo.

Se trata de un galardón ampliamente buscado por las instituciones que pone en valor la excelencia de una fiesta, su arraigo popular, la implicación de un pueblo o los múltiples elementos culturales que se agrupan en torno a ella, como la pirotecnia, la música o la gastronomía. Todo eso es lo que ha reconocido la Unesco y todo eso es lo que el mundo fallero quiso celebrar ayer con una fiesta que visualizó muy a las claras la esencia de las Fallas de Valencia.

Fue sobre el mediodía de ayer cuando la Asamblea de la Unesco, reunida en la capital de Etiopía, aprobó la candidatura valenciana, poniendo fin a una jornada de nervios y a un largo periplo de lucha con las instituciones. Conocida la votación, sobrevino la improvisada celebración en el Ayuntamiento de Valencia. Autoridades, cava, parlamentos y brindis llenaron el Salón de Cristal.

Foto: Daniel Tortajada

Y por la tarde tocaba festejarlo con el pueblo. La Junta Central Fallera organizó en las Torres de Serranos la plantà de una falla 'al tombe' que mide 12 metros y que lleva por título 'Falla patrimoni'. El monumento ha sido realizado íntegramente en vareta por el artista Juanjo García y representa el cartel con el que la Junta Central Fallera promocionó su candidatura ante la Unesco.

Artesanía, talleres, herramientas y otros elementos naturales del gremio componen la figura, coronada por el fuego en forma de llama. "Reproduce la columna clásica, en cuya base se leen las razones que aguantan la fiesta y la han llevado al más alto reconocimiento internacional", dijo el propio artista. Acompañó la subida un grupo de dolçainers y un corto pero efectista castillo de fuegos artificiales, todo ello presidido por la práctica totalidad de las autoridades municipales, encabezadas por el alcalde Joan Ribó, y también por la vicepresidenta del Consell, Mónica Oltra.

Pero lo más destacado fue la respuesta de la gente. Más de mil personas se congregaron en la Plaza de la Crida para ver la 'plantà' y celebrar el galardón de la Unesco. Ellos acompañaron la música y la pirotecnia con sus cantos de 'som patrimoni' y ellos pusieron el broche final al acto interpretando improvisadamente el himno de Valencia.

"Nos hemos enterado que plantaban una falla y nos hemos reunido un grupo para venir a celebrarlo. Esto es único", decían unas chicas de la falla Joaquín Costa-Burriana. Muchos otros grupos acudieron también a las Torres de Serranos marcados por sus coloridos 'polares' y anunciando, además, que la fiesta no ha hecho más que comenzar, porque la falla estará plantada hasta el próximo domingo y el reconocimiento "es para siempre".