Que la magia cinematográfica de Steven Spielberg y la fantasía literaria de Roald Dahl cruzaran sus caminos en una película era cuestión de tiempo, y qué mejor momento que este año, cuando se cumple el centenario del nacimiento del escritor que ha hecho volar nuestra imaginación durante décadas. El director de cine norteamericano adapta a la gran pantalla la obra El gran gigante bonachón, publicada en 1982, en la que narra la amistad entre una niña y su enorme amigo, quienes tendrán que aliarse para luchar contra unos peligrosos gigantes dispuestos a aterrorizar al país. La película, de una impecable factura técnica y con momentos de gran lirismo, gustará a grandes y a pequeños por igual.

Y siguiendo con amistades diferentes, llega también a los videoclubes Peter y el dragón, en la que David Lowery dirige un remake de la famosa película de 1977, donde se narra la historia de un niño, interpretado en esta ocasión por Oakes Fegley, y su amigo Elliot (¿seguimos hablando de Spielberg...?) un animal fabuloso que esconde, tras su aspecto feroz, un corazón dispuesto a luchar por su pequeño amigo humano. Robert Redford, que interpreta a un anciano narrador de historias como la que surge en esta cinta, da empaque a una producción de Disney que no defraudará a ningún amante del entretenimiento y mucho menos a ningún niño de los muchos que sueñan con tener amigos fantásticos.