El poeta Adolfo Cueto falleció ayer en Madrid, de forma imprevista, a los 47 años de edad. Deja esposa, dos hijas y una notable obra poética que ha merecido galardones como el premio Alarcos de poesía que recibió en 2010 con su poemario "Dragados y Construcciones".

Más allá de este galardón, Asturias ha sido una constante en la vida del poeta. Aunque nacido en la capital de España, Cueto tenía raíces asturianas y conservaba familia en la región.

Cueto comenzó a ser conocido en los ambientes poéticos a finales del pasado siglo, aunque fue su poemario "Diario Mundo", publicado en 2000, el que le reveló como una de las voces más frescas del panorama poético de la época. En los años siguientes, Cueto participó en diversas antologías y publicó otros cuatro poemarios. Además del Alarcos, el poeta ganó otros premios como el Ciudad de Burgos de Poesía 2013, con su poemario "Diverso.es", y el Manuel Alcántara 2016, por el poema "Nuevos destinos paradisíacos".