El exceso de ruido en el ámbito digital es una amenaza, quizá la principal a día de hoy, para la libertad de expresión, y la viralidad de las noticias falsas, cuya difusión supera en ocasiones a la de las veraces, puede llegar a distorsionar una realidad y a precipitar reacciones sociales o cambios políticos, como se ha visto en procesos recientes de tanto calado como las elecciones de Estados Unidos o el referéndum por el "Brexit" en Reino Unido. Es un complejo problema que ha movido a Wan-Ifra, la principal asociación mundial de periódicos y editores de noticias, a crear un foro específico para debatir y acordar actuaciones conjuntas.

Se decidió ayer durante una reunión celebrada en Barcelona por el consejo de administración internacional de Wan-Ifra, del que forman parte representantes de asociaciones nacionales de editores de prensa y altos directivos de empresas mediáticas de numerosos países. Javier Moll, presidente de Prensa Ibérica, grupo al que pertenece LA NUEVA ESPAÑA, es consejero de Wan-Ifra y miembro de la comisión ejecutiva.

La preocupación por las distorsiones informativas que consiguen eco a través de las redes sociales estuvo muy presente en el encuentro de Barcelona. "Los gigantes digitales, especialmente las redes sociales, están creando una situación grave con la difusión de noticias falsas por medio de bulos. Son cámaras de eco, provocan una distorsión que amenaza a la libertad de expresión en democracia", señaló a este diario el periodista brasileño Marcelo Rech, consejero de Wan-Ifra, presidente de la Asociación de Diarios Brasileños y miembro de la CRDS, uno de los grandes grupos de comunicación de aquel país.

El problema, remarcaron los asistentes, no es sólo la existencia de bulos, sino la gran difusión que llegan a tener gracias a las redes sociales, oscureciendo a las noticias reales. Detrás de tales fenómenos están emboscadas a menudo manipulaciones profesionales de informaciones falsas, con intenciones jurídicas y económicas.

La razón por la que este tipo de informaciones encuentran cabida en las redes sociales se explica, en gran medida, por su naturaleza, que potencia la viralidad, el impacto, mientras que los medios escritos buscan otra cosa: la confianza del lector. Pero además, como pusieron de manifiesto los consejeros de Wan-Ifra, esa viralidad propicia la primacía de unos temas y unos enfoques determinados sobre otros, más profundos o plurales.

El encuentro de Barcelona avanzó en otra cuestión clave para el futuro de los medios: la incorporación de la mujer a los puestos directivos y de responsabilidad. Para ello, se aprobó una resolución destinada a estimular la diversidad de género, con mando, dentro de las redacciones.

En este ámbito, Wan-Ifra va más allá e impulsa diversos programas filantrópicos, englobados dentro de la iniciativa "Woman in the News". En la jornada de ayer, los miembros del consejo se reunieron con representantes de uno de estos programas, cuyo ámbito de actuación es África, así como con participantes en una segunda iniciativa para propiciar el desarrollo de habilidades mediáticas en Oriente Próximo. En total, participaron representantes de medios procedentes de 25 países en ese doble encuentro. Como cierre de la jornada, Prensa Ibérica ofreció una cena al consejo de administración de Wan-Ifra en el Museo Nacional de Arte de Cataluña.