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El rey del Somontano tiene nueva añada

La Torre de Blecua, en Barbastro (Huesca

Somontano significa pie de monte. Es una región vinícola de Aragón, situada a pie de los Pirineos, de majestuoso paisaje, nutrida historia, pueblos acogedores y villas monumentales. Ubicada al este de Huesca, su zona de producción abarca 43 municipios y el viñedo ocupa unas 5.000 hectáreas, asentado en alturas y pequeñas altiplanicies que descienden hasta los valles por donde discurren los ríos. Con inviernos fríos y veranos suaves, abundan los suelos de caliza bastante permeables. Su historia geológica tiene mucho que ver con el depósito de materiales marinos se calcula hace unos 250 millones de años. En su paisaje resaltan los cultivos concentrados dentro de un mosaico compuesto por trigales y barbechos, almendros y olivos, en las huertas a lo largo del río Vero. En la periferia de Barbastro, los viñedos.

Entre las variedades tintas de la Denominación destacan cabernet sauvignon, merlot, tempranillo, syrah, garnacha tinta y moristel. Entre las blancas, chardonnay, además de gewürtztraminer, macabeo, garnacha blanca y alcañón.

De todos los vinos hay uno lo suficientemente especial que imprime un caracter extraordinario al Somontano. Se llama Blecua y es la joya de la bodega Viñas del Vero, aunque cuenta con su propia torre, una edificación del siglo XI que era utilizada como lugar de retiro por los monjes benedictinos franceses de Conques.

Blecua es uno de esos vinos considerados de culto, se embotella únicamente en añadas excepcionales, con una producción limitadísima y una demanda acorde con el interés que suscita entre los conocedores exigentes. Blecua es fruto de una triple y exhaustiva selección de viñedos, racimos y barricas. Complejo, vigoroso y cautivadoramente elegante, no es fácil de olvidar. Su potencial de envejecimiento lo convierte en uno de los vinos de guarda de este país.

Antiguamente el Somontano se basaba en la calidad de sus blancos: la buena garnacha de Secastilla. Más tarde, el prodigioso ensamblaje tinto de merlot, cabernet sauvignon, garnacha y tempranillo no deja de asombrar en cada añada. Un vino reconocible pero siempre distinto. A la selección de las uvas en el viñedo y la bodega les sigue una elaboración cuidada, variedad por variedad, fermentadas por separado en cubas de roble francés de allier de 18.000 litros, y criadas en barricas nuevas de distintas clases de tonelerías. Sólo las mejores de ellas se fundirán en un vino de complejísimo aroma con el tabaco, cedro, cuero y especias, envolviendo su intensa y balsámica frutosidad. Sus taninos son maduros, redondos, cargados de fuerza y a la vez delicadeza. Un vino con proyección internacional que, sin embargo, no ha dejado jamás de reivindicar el tinto del lugar.

Blecua 2009 es el producto de la nueva añada de la bodega. Cabernet sauvignon, tempranillo, syrah y veinte meses en barrica. Mantiene el tono y la línea de profundidad, intensidad y finura reconocidos desde el primer momento. Está para beber ya, y el único problema es su precio, alrededor de 70 euros la botella. Es un vino para las grandes ocasiones especiales.

Vinos Gourmets. La Guía de Vinos Gourmets reserva 97 puntos para el vino más arriba reseñado, entre los 4.320 referencias catadas a ciegas que incluye en su nueva edición de 2017. La edición se ocupa además de aportar todo tipo de información al lector acerca de 1.115 bodegas españolas. La guía, una de las más completas y manejables, ha cumplido más de tres décadas, incluye fuichas de catas, precios de cada vino, un índice muy útil, mapas de localización de las bodegas y los viñedos, y el habitual de carreteras en las hojas que cierran el libro. La Guía de Vinos Gourmets 2017 cuesta 19 euros y cuenta con más de mil páginas.

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