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Plácido Arango ultima la donación de una treintena de obras al Bellas Artes

El director del Museo informó ayer al Patronato de la intención del financiero y coleccionista asturmexicano Entre los cuadros estará "Una procesión en la catedral de Oviedo", de Jenaro Pérez Villaamil

El empresario y coleccionista de arte mexicano de origen asturiano Plácido Arango Arias formalizará en los próximos días una donación de entre 20 y 30 obras de maestros del arte español al Museo de Bellas Artes de Asturias, según ha podido saber LA NUEVA ESPAÑA. El regalo, histórico en la trayectoria del museo asturiano, se hará con toda probabilidad con la misma condición que ya puso Arango en la donación de 25 obras al Museo del Prado, realizada en junio de 2015: conservar el usufructo vitalicio. Es decir, seguir disfrutando de ellas hasta su muerte.

Ya entonces, fuentes próximas a Plácido Arango confirmaron a este periódico que la intención del financiero era hacer una donación similar al Museo de Bellas Artes de Asturias, institución en la que presentó por primera vez, en el año 2006, siendo director Emilio Marcos Vallaure, una selección de su colección histórica. "Una mirada singular. Pintura española de los siglos XVI al XIX", mostró 25 obras maestras y fue comisariada por Alfonso Pérez Sánchez, historiador, exdirector del Museo del Prado y buen conocedor de la trayectoria coleccionista de Arango.

Discreción

Desde entonces se han mantenido conversaciones y negociaciones para tratar de hacer compatibles la voluntad del donante con las necesidades del museo, todo ello con extrema discreción, tal y como es el deseo de Arango.

En aquella exposición se vio una de las obras que, con toda probabilidad, pasará a engrosar la colección del museo asturiano, "Una procesión en la catedral de Oviedo", realizada en el año 1837 por Jenaro Pérez Villaamil (El Ferrol, 1807-Madrid, 1854). "Nunca la habría comprado solo por el motivo si el pintor no me hubiera interesado", declaraba entonces Arango a LA NUEVA ESPAÑA.

La obra, que representa una escena vista con la fantasía del pintor, se expuso ese mismo año en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando y a principios del año siguiente en el Liceo Artístico y Literario Español de Madrid.

Autor de la extraordinaria obra "España artística y Monumental/ Vistas y descripción de los sitios y monumentos más notables de España", tres tomos que contienen 143 litografías, la mayoría realizadas según dibujos, con textos del escritor de origen asturiano Patricio de la Escosura, no está documentada sin embargo la presencia de Pérez Villaamil en Oviedo en esa fecha. Pero este cuadro inicia su producción asturiana, de la que se conocen al menos 10 lienzos y 20 dibujos, tal y como se documentaba en el catálogo realizado para la exposición.

Es probable que algunos de los nombres que estuvieron representados entonces en aquella muestra, como Luis Morales, Ignacio Zuloaga, Juan Van der Hamen y Zurbarán, también figuren en la donación.

El hermetismo en el entorno de Plácido Arango y del Museo de Bellas Artes es total. El financiero pretende que sean los miembros del patronato quienes primero conozcan el contenido concreto de la donación, porque a ellos corresponde su aceptación formal.

De hecho, el director del museo, Alfonso Palacio, informó ayer a los integrantes del mismo, durante la reunión habitual de los últimos días del año, de la intención de Plácido Arango de hacer la donación, solicitándoles máxima discreción al respecto. La decisión, al parecer, podría ser inminente.

Donación anterior

No será el primer regalo de Plácido Arango al Museo de Bellas Artes de Asturias. En 2006, al finalizar la exposición, donó a la institución asturiana una de las obras que se exponían, "Otoño vascongado" (1886), realizada por Darío de Regoyos (Ribadesella, 1857)- Barcelona, 1913), que hoy figura en la colección permanente, en el nuevo edificio de la institución. Cuando se concrete la generosa donación de Arango, el Museo de Bellas Artes recibirá un nuevo espaldarazo en lo que respecta a su colección, que ya figura entre las mejores de España. Sin embargo, no parece que los responsables de su gestión estén realmente interesados en dar a la institución la proyección que corresponde a su calidad. Palacio, su director, sigue siendo el único técnico conservador de una colección que se inicia en el siglo XIV y ronda las 15.000 piezas, entre pintura, escultura, fotografía, dibujo, grabado y artes decorativas. Los problemas de falta de personal continúan sin resolverse y la culminación de la ampliación ha dejado de ser asunto pendiente en el lenguaje político.

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