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Arango se reunirá con Javier Fernández antes de formalizar su donación

El financiero y filántropo posee una "modélica y selecta" colección de trescientas obras y ultima el regalo de una treintena al Bellas Artes

El montaje de la exposición de la colección de Plácido Arango en 2006 en el Museo de Bellas Artes de Asturias.

Una colección "modélica" y "una de las más selectas de cuantas -pocas- en España, se esfuerzan en acopiar con criterio selectivo, piezas españolas que aparecen en el mercado español y en el internacional". Así definía la colección de arte de Plácido Arango el historiador y exdirector del Museo del Prado Alfonso Pérez Sánchez en el catálogo editado con motivo de la exposición "Una mirada singular. Pintura española de los siglos XVI al XIX", inaugurada en el Museo de Bellas Artes de Asturias en 2006, en la que Arango presentó por primera vez una selección de 25 obras de maestros españoles.

El financiero mexicano de origen asturiano (Tampico, 1931), fundador de la cadena Vip's y presidente de la Fundación Princesa de Asturias entre los años 1987-1996, ultima estos días el proceso de donación de entre 20 y 30 obras al museo asturiano, tal y como hizo en el verano de 2015 con el Museo del Prado, a quien entregó veinticinco. Ya entonces, fuentes próximas a su entorno declararon a LA NUEVA ESPAÑA el deseo del empresario y filántropo de hacer un gesto similar con el Museo de Asturias, la tierra en la que nació su padre y a la que se siente fuertemente vinculado. Desde ese momento y según ha podido saber este diario se ha trabajado en esa dirección y el propio Arango ha viajado en varias ocasiones a Oviedo para conocer mejor la colección y tratar de hacer compatible su deseo con las necesidades del museo. En la última semana de este año, Arango mantendrá una reunión con el presidente del Principado, Javier Fernández, y poco después se informará al patronato de la institución del contenido exacto del regalo artístico, que muy probablemente se hará con la condición de conservar el usufructo vitalicio, como se hizo en la pinacoteca nacional.

Aunque no ha trascendido el contenido de la donación, se cree que una de las piezas puede ser "Una procesión en la catedral de Oviedo", de Jenaro Pérez Villaamil (El Ferrol, 1807-Madrid, 1854), que ya se exhibió en la exposición en Oviedo. Y también se baraja que algunos de los maestros que figuraron en la muestra, como Ignacio Zuloaga, Luis de Morales, Juan Van der Hamen y Zurbarán estén entre los seleccionados. La negociación se lleva con gran hermetismo. Es probable que, al igual que se hizo en el Prado, una vez producida la donación, una selección de las obras se presente en una exposición. El director del Museo, Alfonso Palacio, considera que hasta que no se formalice, es conveniente mantener la prudencia.

Plácido Arango inició su colección comprando obras para decorar su casa, según él mismo declaraba a este diario con motivo de la presentación de la exposición "Una mirada singular". Después continuó adquiriendo piezas "sin propósito alguno de colección, pero de manera más racional". Con el tiempo, ha llegado a reunir alrededor de trescientas obras, entre arte antiguo y contemporáneo. "Prefiero considerarlo una afición seria que se despierta con la observación", añadía. Lo cierto es que, como decía Pérez Sánchez, el recorrido por ella, sobre todo en lo que respecta a la pintura española, supone "un itinerario completo por su historia, con muy pocas lagunas". Sin duda, es una de las más notables en el ámbito privado español. Pedro de Campaña, El Greco, Luis Tristán, José de Ribera, Thomas Hiepes, Mateo Cerezo, Luis Meléndez, Goya, Sorolla y Gutiérrez Solana son algunos de los nombres cuyas obras se expusieron en Oviedo, además de los ya citados con anterioridad.

La exposición que sirvió como presentación de una parte de su colección, por primera vez, en el Museo de Asturias y las reuniones que mantuvo con el entonces director de la institución, Emilio Marcos Vallaure, estrecharon sus vínculos con la institución asturiana. La muestra conmemoraba los 25 años del Museo de Bellas Artes, aunque las obras en uno de los edificios la retrasaron un año, hasta 2006. Entonces, se habló de la posibilidad de presentar en el 2009, en las nuevas instalaciones que se estaban ampliando, la colección de arte contemporáneo del financiero, y Arango ya dejó caer su intención de hacer una donación de obras. El retraso en la ampliación y reapertura del museo, que no se produjo hasta 2015, frustró aquella brillante idea. No obstante, una vez finalizada la muestra, Arango donó al Museo de Bellas Artes una de las obras que se habían expuesto, "Otoño vascongado", de Darío de Regoyos (Ribadesella, 1857-Barcelona, 1913), que figura en la colección permanente del nuevo edificio.

Generosidad

Plácido Arango siempre ha sido un coleccionista generoso, que no ha dudado en prestar las piezas para su exhibición en exposiciones, y está convencido de que esa es una de las funciones sociales de quien colecciona arte. "Es la única forma de que el público pueda acceder a obras que no deben permanecer cautivas", señala en la misma entrevista. Y, en unas manifestaciones premonitorias que dicen mucho de su talante filantrópico, añadía: "La función mayor del coleccionista son las donaciones. El coleccionismo es un modo peculiar de codicia que, afortunadamente, termina muchas veces con el desprendimiento".

Como presidente de la Fundación Princesa de Asturias, cargo en el que sucedió a Pedro Masaveu Peterson, dio un gran empuje a la institución, dotándola de patrimonio. Durante su mandato impulsó la instalación en Asturias de los "Virtuosos de Moscú", proyecto realizado en colaboración con el Gobierno regional y con la Real Fundación de Música de Cámara, al que aportó 1,2 millones de euros.

Patrono del Metropolitan de Nueva York, una institución con la que mantiene estrechos vínculos, su relación museística más intensa ha sido con el Museo del Prado, en el que ingresó como vocal del patronato en la década de los 80 del pasado siglo. Tras la muerte del jurista asturiano Rodrigo Uría Meruéndano, Plácido Arango fue nombrado presidente del Patronato, cargo que desempeñó entre los años 2007 y 2012 y, en la actualidad, es Patrono de Honor. Además de la ya citada donación de 25 obras que hizo efectiva hace poco más de un año, ayudó económicamente al museo en la adquisición del cuadro "La marquesa de Santa Cruz", de Francisco de Goya, y en la restauración de "Las Meninas". En el año 1991, donó una primera edición de los "Caprichos" de Goya.

Persona discreta, eficaz y extremadamente educada, Plácido Arango Arias une a su condición de empresario la de hombre interesado y preocupado por la cultura. Es coleccionista de arte, pero sus intereses también se aproximan a los libros -dicen que tiene una magnífica biblioteca- y a la música. Es padre de tres hijos, fruto de su único matrimonio, con Teresa García-Urtiaga, de la que se separó hace años: Plácido, que lleva los negocios familiares; Maite, vicepresidenta de la ONG Hacesfalta.org, y Paco, músico y cineasta.

Es, además, patrono del Museo Reina Sofía, y académico de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. Este empresario asturmexicano también colabora en varios proyectos relacionados con fines sociales. Es Hijo Adoptivo de Asturias y de Salas y "Asturiano del Mes" de LA NUEVA ESPAÑA.

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