"¡Eso de las gafas es una pasada!", afirma el profesor de Historia del Arte Antonio Alonso de la Torre, en referencia a la recreación virtual de las pinturas de Santullano que LA NUEVA ESPAÑA ha elaborado con motivo de su 80 aniversario y que, entre otros formatos, puede verse con gafas de realidad virtual, una experiencia "inmersiva" en el templo tal y como lo contempló por primera vez el rey Alfonso II. Alonso de la Torre, junto con el profesor de Geografía, José Luis Marino, acompañaron ayer a quince estudiantes de 2º de Bachillerato del instituto Nº1 de Gijón para que conociesen en primera persona todo lo que habían estudiado sobre los frescos de San Julián de los Prados, la mayor muestra de pintura mural altomedieval de Europa.

Confiesa que le hubiera encantado poder contar con esta herramienta para poder enseñar a sus alumnos cómo eran las pinturas. Tendrá la oportunidad de hacerlo, pues LA NUEVA ESPAÑA está trabajando en una exposición itinerante por Asturias donde se mostrará esta recreación elaborada por los infógrafos del periódico, Juan Ferreira y Santiago Cuesta. De todas formas, este profesor va a mostrar a sus alumnos las recreaciones que este periódico ha publicado, de las que se ofrece una muestra en la imagen superior de esta página. "Van a flipar viendo los colores", asegura este docente. El docente resalta la importancia de conocer el monumento de primera mano. "¿No es mucho mejor verlo en directo que verlo en clase con fotos?", les preguntaba. Y ellos contestaban que sí. Porque sus alumnos son curiosos, tal y como demostraron durante la visita.

Lo primero que los estudiantes pudieron observar al llegar al lugar fue la proximidad de la autopista "Y". Su profesor les señalaba las grietas del edificio que miden el deterioro de la iglesia para ver su efecto. También les señalaba una celosía, los arcos, la piedra. Mientras, algunos de los chicos, iban comentándolo.

A la diez en punto, la guía les esperaba dentro para comenzar la lección. "¿Qué falta aquí?", preguntaba mientras les explicaba los frescos de las paredes. Tras un silencio más o menos largo, el profesor contestó por ellos. "Figuras", dijo. "Estaban prohibidas las representaciones de la época -prosiguió ella-, pero sí aparece un símbolo. La cruz". Todos miraron arriba, hasta que la encontraron. Unos antes que otros. Se trata de la cruz gemada con el "alfa" en mayúscula y el "omega" en minúscula. "¿A qué os recuerda?", volvió a preguntar la guía. "¿La Cruz de la Victoria?", preguntó un alumno por la parte derecha. "La de Asturias", dijo otro. "Recuerda a la de Asturias, pero no es igual", respondió ella. Y así siguieron.

Una vez terminada la explicación oficial, Alonso de la Torre se puso al frente para comentarles, entre otros temas, las peculiaridades del Cristo de la iglesia. "Al ser de finales del siglo XII y principios del XII no es del todo románico y empieza a ser gótico", decía. Los alumnos le seguían, observando las pinturas, aprendiendo, imaginando cómo era antes.

Una vez terminada la media hora de rigor de la visita, la explicación siguió fuera. Pisando el antiguo cementerio de la iglesia, los estudiantes seguían atendiendo las explicaciones. Contentos de haberlo podido ver. "Está bien sobre todo para el examen, porque hay cosas que no te acuerdas y entonces dices tú: ¡si lo vi! Y ya te acuerdas", dice Alondra Obaya Gómez. "Y, además del examen, es importante por tener cultura", le apunta el profesor. "Es que me gusta ver lo que explican", añade ella.

"Además de interesante, me gusta verlo. El Prerrománico no es mi tipo de arte favorito, pero es interesante ver cómo se ha conservado todos estos años", explica la alumna María Álvarez Choya. Shanttel Arias Santos apunta que le resulta interesante porque en su país de origen, la República Dominicana, no existe nada parecido.

"Nos resultan un poco caras las salidas. Es una asignatura obligatoria de Humanidades. Debería haber más ayuda para visitar, por ejemplo, la Catedral, la Cámara Santa? Para visitar otros edificios que, además, están poco coordinados entre ellos", reivindica el profesor. Y añade: "No puedes llamar a un sitio y decir: quiero visitar todo el prerrománico asturiano. Mientras, otro alumno, Chema López, ya estaba pensando en que podía hacer negocio con el aprovechamiento turístico de este patrimonio de la Humanidad del que Asturias puede disfrutar: "Un 'Oviedo Prerromanic Tour'", bromeaba.